Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2012

PRECURSORES DEL DANDISMO

En La dama boba de Lope de Vega se describen los utensilios que un caballero llevaba consigo para su aseo y adorno personal. Aparecen, guardados en una bolsa de piel, unas tenacillas, un alzador de copetes, otras tenacillas más para rizarse el pelo, escobilla, cepillo, peine y hormas para los zapatos. Iba también, el elegante, razonablemente provisto de ropa blanca, blanda y delgada. Estos refinamientos provocaban la indignación de los españoles de la antigua escuela.

MISAS, GENTECILLA Y ALBOROTO

Imagen
En la España del siglo XVI la obligación de asistir a misa en las fiestas de guardar era incumplida,en no pocas ocasiones, por la gente de las capas populares y urbanas. No era tanto una consecuencia de la secularización de las costumbres como de la pérdida del hábito de la práctica religiosa. Una carta de san Juan de Ávila, dirigida al asistente de Sevilla, se da constancia del hecho pues "muchos mancebicos de diez y más años se quedan ordinariamente sin oir misa los domingos y fiestas, y se están  jugando ó haziendo otros pobres recaudos". Estos "pobres recaudos" eran, entre otros posibles entretenimientos, participar en los apedreaderos que tenían lugar los domingos junto a las puertas de la Macarena y de Córdoba. Por otra parte, reconocía San Juan de Ávila, "Ay mal aparejo en las iglesias, porque estan llenas de gente de más edad, y serles molesta la inquietud que tienen los mochachos cuando están juntos". Para evitar travesuras y ruidos, con la cons...

ILUSTRADOS, ROMÁNTICOS Y ABURRIMIENTO

Imagen
Rüdiger Safranski en su Romanticismo. Una odisea del espíritu alemán  analiza, entre otras muchas cuestiones, la relación de los románticos con el aburrimiento. Aporta precedentes al respecto. Era un estado de ánimo, según Montesquieu, unido a los poderosos: "Su grandeza les obliga a aburrirse". A esto alegaba que "Todos los príncipes se aburren: una prueba de esto es que van de caza". Rousseau, en la misma línea argumental, declaraba: "El pueblo no se aburre; lleva una vida activa [...] El azote de los ricos es el aburrimiento". Ya en pleno romanticismo Eichendorff asociaba el aburrimiento a la vida urbana. La glorificación de la pobreza y de la vida de aldea no era nada nuevo, sino una idea defendida por los que vivían en ciudades y no sin un notorio desahogo económico. La visión española del asunto es más realista y más sombría. Así Jovellanos, en su  Memoria para el arreglo de la policía de los espectáculos y diversiones públicas, y sobre su origen...

EL REGENERACIONISTA Y EL TREN

Lucas Mallada en Los males de la patria  (1890) describe los grandes defectos de los ferrocarriles de la España de su tiempo. Da noticia de robos en maletas y baúles, de imperdonables retrasos, de la escasa limpieza de los coches, de la descortesía y la soberbia de los empleados, de las malas fondas y la frecuencia de los descarrilamientos, sin olvidar "la tosca educación, el quijotismo exagerado o las cándidas impertinencias e muchos compañeros de viaje".             A todo esto añade una particular observación: "No hay país en el orbe donde los viajes en ferrocarril sean tan bulliciosos y divertidos, y donde más se señalen las faltas de educación y de sentido común de gran parte de los indígenas, y esto sin contar si salen al encuentro del tren cuadrillas de salvajes que lo apedrean, o que celebran su paso con muecas y ademanes de marcada deshonestidad y grosería".

PAVOS PERDIDOS EN LA CORTE

En el Diario de Madrid de 29 de enero de 1788 se publicó la siguiente noticia: "El 26 se extraviaron 4 pavos cebados en las inmediaciones de los Caños del Peral. Se entregarán al sargento de Inválidos que está a la puerta del coliseo de la Ópera". Cuatro pavos cebados sueltos en Madrid, o en cualquier ciudad de la época, cuando la escasez era la norma, tenían escasas posibilidades de ser devueltos a su legítimo propietario.Causa cierto asombro la ingenuidad y el optimismo del anunciante. Por algo era el siglo XVIII.

EL MIEDO AL LOBO

Es uno de los miedos más atávicos. Viene de muy lejos y ha formado parte de la vida de pastores, arrieros, cazadores de oficio y caminantes hasta hace pocas décadas. Manuel Amezcua , etnólogo de tierras giennenses, ha recogido algunas creencias al respecto: 1. "El pastor puede ser consciente de la presencia cercana del lobo sin necesidad de descubrirlo o percibir su humo. Si así ocurre, un pelo frío recorrerá su cuerpo y hará que le baile la gorra encima de la cabeza, ya sabe que el lobo anda cerca". 2. Si el pastor está en la tienda o en la majada y se ve acosado por lobos hará lumbre abundante y trazará un círculo de fuego lanzando, a discreción, tizones de fuego. 3. Si el pastor tiene la mala fortuna de verse sorprendido por un  lobo, fuera de cualquier amparo, desanudará su faja y la arrastrará por el suelo mientras camina de manera que el animal seguirá el extremo de la prenda, un tanto sumiso y anonadado, debiendo mantenerse este recurso hasta encontrar lugar a propó...

SERVILONES

Imagen
En 1818 la Junta General del Honrado Concejo de la Mesta recibió la visita de Fernando VII y de su hermano Don Carlos. En la  Gaceta de Madrid del 13 de mayo de dicho año se da cuenta del suceso y se describe como el gozo "brillaba en el semblante de los leales vasallos de la junta". Discurseó el "sumiso Presidente" de la Mesta, así se le describe en la Gaceta , ante el Soberano que escuchó la pieza oratoria con "la dulzura y afabilidad que le son características". No se equivoca el lector, se refiere el texto a Fernando VII.  Taimado como nadie, además, Don Fernando disimularía en el semblante su fastidio, añorando la más amena compañía de su camarilla. Al fin, que ya era tarde, "entre vivas y aclamaciones se ausentaron los dos augustos hermanos". Hasta más ver señores. Después, para corresponder, acudió la Junta en pleno a Palacio para devolver la visita al Monarca pues "era forzoso que se apresurasen a renovar a los pies del mejor y más ...

GENTE DE COLETA

Gente de coleta se llamaba a los toreros. Sánchez de Neira en su Diccionario taurómaco (1896) define la coleta como una trenza de pelo que el torero se dejaba crecer y que se cubría con redecillas o cofias, sustituidas a inicios del XIX, por moñas de seda negra o lazos. Luis Coloma describe en Pilatillo, no sin abierta hostilidad, a un personaje de ambiente taurino: "traía la cara afeitada, enormes chuletas en ambas sienes, y coleta hecha trenza bajo el sombrero". Era un adorno extendido también entre militares y marinos de guerra. Recuerdo haber leído algo al respecto en las espléndidas novelas de Patrick O´Brian sobre la Armada Británica.  Los miembros de las Reales Guardias Españolas estaban obligados, según refiere Alcalá Galiano en sus recuerdos, a "tener el pelo cortado a raíz, por la frente, formando lo que se llama cepillo, a llevar por detrás coleta más o menos larga, y usar chupa, calzón corto y espada ceñida". Era obligación fastidiosa para los más cuidad...

PERROS RABIOSOS DEL SIGLO XVIII

Días atrás, en el siempre esclarecido blog En Compostela , se trataba sobre saludadores. Se daba además cumplida cuenta del mal trago padecido por el padre Jerónimo Gracián cuando fue atacado por perros en Olivenza. Me hizo recordar este lance lo escrito por don Gregorio Arias González, cirujano de la Real Armada, en un tratado de mediados del siglo XVIII, donde describía los padecimientos de dos personas que fueron atacadas por perros rabiosos. Al parecer no contrajeron la rabia pero el miedo que pasaron no lo olvidaron en mucho tiempo y tuvo consecuencias traumáticas. En un caso una mujer al beber de una alcarraza vio reflejada en el agua la espantosa imagen del perro rabioso que, nada menos que veinte años antes, la había atacado. Cuando decidió recurrir al cirujano, a los tres días del suceso, presentaba rasgos de hidrofobia y pudo explicar,descompuesta, lo sucedido "con dislocadas e inconsiguientes razones". Tres días hacía también que no bebía agua. En el segundo caso s...

FELIPE II, MADRID Y EL PATINAJE

Imagen
El 22 de febrero escribía Felipe II a su hija la Infanta Doña Catalina Micaela, casada con el duque de Saboya, y le daba cuenta del tiempo en Madrid . Decía el Rey: "ha helado y nebado aquí tanto, que no lo podríades creer; mas ha sido de manera el hielo, que en los estanques de la casa del campo se ha andado en patines un mes entero muy bien, y dos vezes  los fuymos así como esto y otras cosas os deve aver escrito vuestra hermana". Un panorama que más parece de Flandes o de Alemania que de la España interior. Además no deja de producir extrañeza toda esta gente patinando en Madrid, alborozada quizás y dada a realizar piruetas más o menos descompuestas. Sería, claro está, juego de muchachos que no de gente principal. Es asimismo de admirar que el Rey, dejando a un lado los asuntos de Flandes, las estrecheces de la Real Hacienda o el mal recuerdo de la Jornada de Inglaterra, dedicase unos minutos a describir el ambiente  festivo de aquellos inviernos. Bien está que así fues...