GENTE DE COLETA
Gente de coleta se llamaba a los toreros. Sánchez de Neira en su Diccionario taurómaco (1896) define la coleta como una trenza de pelo que el torero se dejaba crecer y que se cubría con redecillas o cofias, sustituidas a inicios del XIX, por moñas de seda negra o lazos. Luis Coloma describe en Pilatillo, no sin abierta hostilidad, a un personaje de ambiente taurino: "traía la cara afeitada, enormes chuletas en ambas sienes, y coleta hecha trenza bajo el sombrero". Era un adorno extendido también entre militares y marinos de guerra. Recuerdo haber leído algo al respecto en las espléndidas novelas de Patrick O´Brian sobre la Armada Británica. Los miembros de las Reales Guardias Españolas estaban obligados, según refiere Alcalá Galiano en sus recuerdos, a "tener el pelo cortado a raíz, por la frente, formando lo que se llama cepillo, a llevar por detrás coleta más o menos larga, y usar chupa, calzón corto y espada ceñida". Era obligación fastidiosa para los más cuidadosos con los nuevos usos pues la moda imponía, en aquellos años cercanos a Trafalgar, otros criterios para mantener el buen tono, así los guardias llevaban el pelo cortado por detrás, flequillo sobre la frente, pantalones y sable colgado con estudiada indolencia, siempre y cuando no estuviesen de servicio. Si había que cumplir con las obligaciones debidas, o asistir a alguna solemnidad, se recurría a las coletas postizas. La nueva estética, revolucionaria y romántica, se imponía en España. Calzones cortos, pelucas y chupas se asociaban al Antiguo Régimen y se consideraban ya hábito de reaccionarios.
Menos mal que por lo menos se podía recurrir a coletas postizas en caso de apuro! Lo que son las modas. También debió de ser un enorme alivio que aquellas pelucas ya no estuvieran de moda.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Es muy aleccionador echar un vistazo a la historia de las costumbres. Que no hay nada nuevo bajo el sol es una evidencia y la coleta, otra. Por no sacar a relucir los pendientes en las orejas de los hombres y el cuerpo tatuado. Parece moderno pero es antiguo.
ResponderEliminarBuenas noches.
Debían de ser muy incómodas, sin duda,sobre todo las de finales del XVII e inicios del XVIII. A pesar de todo no se puede negar que daban empaque.
ResponderEliminarMis saludos Dame Masquée.
Es, además, muy llamativo que lo moderno fuese el pelo corto y lo antiguo la coleta. Marañón escribió páginas muy interesantes sobre estas cuestiones.
ResponderEliminarMis saludos doña Amaltea.
En el siglo XVII en Béjar el obispo, en una de sus visitas, prohibió que los clérigos se dejasen coleta. Y es que hasta ellos la llevaron durante cierto tiempo.
ResponderEliminarSaludos
El ejército ha tenido siempre mucha preocupación por el pelo, sino recordad cuando se salía del cuartel como no llevarás corto no salías.
ResponderEliminarLos toreros son un caso aparte, pues también su indumentaria en las corridas es muy peculiar.
Un saludo.
Pero su connotación torera es la que ha imperado y dejado reflejo en nuestro lenguaje común con castizo “cortarse la coleta” referido al momento de colgar el estoque los toreros, y por extensión cuando se abandona definitivamente una profesión. Un saludo.
ResponderEliminarEse dato que usted aporta me parece de gran interés. Era un motivo de especial preocupación , para la jerarquía eclesiástica de la época , que los clérigos cumpliesen con ciertos aspectos formales en cuanto a su aspecto externo.
ResponderEliminarSaludos doña Carmen.
Y, a mi entender, muy relacionada con la indumentaria del XVIII.
ResponderEliminarSaludos señor de Valverde.
Así es señor DLT. Lo taurino está muy presente en nuestras expresiones. Y en cierta medida en nuestra manera de ser y estar.
ResponderEliminarSaludos.
Casi como ahora: la coleta y el pelo largo tiene un cierto aire retro frente a las cabezas rapadas, adoptadas ya incluso por los maduritos que comienzan a quedarse calvos, considerando más moderno y juvenil llevar el pelo rapado que los laterales cubiertos y la (larga)frente despejada.
ResponderEliminarVueltas del tiempo.
Saludos de su lectora.
Es así, como usted dice, doña Olga. Además en los cortes severos de pelo hay siempre una voluntad de puritanismo. Recordamos a los partidarios de Cromwell frente a los realistas.
ResponderEliminarSaludos del que también es su lector.
¿Osea que los militares también llevaban coleta? ¡Qué curioso! Desde luego descubrir las modas de las diferentes épocas es cuando menos interesante. Más difícil lo tendrían los que quisieran hacer un estudio de las modas actuales... tendrían para una investigación muy muy larga...
ResponderEliminarUn saludo!
Así es doña GC. Lo marcial era la coleta y no los severos cortes de pelo.
ResponderEliminarMis saludos.