jueves, 30 de agosto de 2012

GALGOS Y CARNEROS DEL DUQUE DE OSUNA

Lo cuenta Antonio Marichalar, marqués de Montesa, en su Riesgo y ventura del duque de Osuna (1930)En octubre de 1856 el zar Alejandro envió dos cartas a Isabel II por las que le daba cuenta de su acceso al trono. Se designó al duque de Osuna para que llevase la respuesta de la Reina a Rusia. Esta expedición fue legendaria por la ostentación demostrada por el aristócrata en regalos y gratificaciones. Su generosidad, principesca, alcanzó cotas fabulosas y extravagantes. En su camino al Imperio Ruso, acompañado por don Juan Valera, presentó el Duque sus respetos al Rey de Prusia que manifestó un marcado interés, entre otras cuestiones, por los carneros merinos de España. No eran ya los tiempos gloriosos de la Mesta pero la fama de los vellones ibéricos no se había olvidado. Se dice que el Duque, considerando insuficiente cualquier descripción verbal, mandó que se enviasen desde España unos pastores, un rebaño de reses merinas y sus correspondientes mastines. Aficionado a estos gestos, ya en Rusia, hizo traer también desde España, para el Zar y también en trenes especiales, un cazador de osos asturiano, una recova de podencos y una traílla de galgos.

jueves, 9 de agosto de 2012

A BUSCAR LA UMBRÍA

Conveniente es parar la tarea. Son días para buscar la umbría, para guarecerse bajo la sombra de un chaparro, requerir la penumbra de un zaguán y añorar el retiro sosegado. Y en las noches estivales buscar en el cielo a Vega, al Delfín y a Antares. Como si fuésemos antiguos de verdad. Jornadas vendrán, si está de Dios, para seguir con nuestras notas sobre arrieros, curas barrocos, cazadores, soldados viejos, toreros, almas en pena, pastores y caballeros. También ellos, si podían, dejaban cada cosa para su tiempo.  Además creo que son historias más propias del otoño y del  invierno. Aunque, eso sí, no esperaremos tanto para escribir y reanudar la tertulia. Días vendrán, también, para aprender, como es notorio, con los valiosos y eruditos comentarios de tan claros y generosos lectores.


jueves, 2 de agosto de 2012

TOROS DEL JARAMA Y DE ZAMORA EN EL SIGLO XVII

Dice Tapia y Salcedo: "De los animales más fuertes que ay es el Toro de España: particularmente de Xarama, y Zamora". Destacaba su acometividad y bravura pues "embiste con la mayor resolución, y tiene excesiva fuerça; de fuerte que se ha visto romper una fuente, saltar un tablado, y con las hastas levantar del suelo una capa, y con los dientes un hombre". Por esto, unido a su resistencia ante las heridas, "se conoce el corage, y valentía suya".  Añadía: "Salesse a ellos al campo con vara larga, y ha avido vaqueros diestrissimos en este exercicio, y que han hecho muchas particularidades". También "se saca en los encierros de la plaça con adereços de campo, espuelas vaqueras, y espada ancha; es muy vistosa arma, aunque penosa, y que requiere pulso". Otro dato más al respecto: en los festejos celebrados por la beatificación de Teresa de Jesús, en Valladolid, se jugaron toros "que fueron del celebrado Jarama, cuya prodigiosa hierba causa aquella natural fiereza que los hace famosos y señalados por todo el orbe".


Gregorio de Tapia y Salcedo, Exercicios de la Gineta al príncipe D. Baltasar Carlos, Madrid 1643. La mención a las fiestas dedicadas a Teresa de Jesús la recoge Fernández Salcedo en La vida privada del toro (1955) que, a su vez, cita al marqués de San Juan de Piedras Albas y a Alberto Vera.