Don Pedro de Rivera nació en Antequera a finales del siglo XVII. Sentó plaza de soldado y pasó a Indias donde participó, con valor probado, en arriesgados lances y acciones de guerra contra corsarios ingleses y otra gente de cuidado. En 1713 era general de la Armada de Barlovento y gobernador de Taxcala entre 1711 y 1723, entre otros empleos y merecidas distinciones. En noviembre de 1724 inició un largo viaje por el norte de Méjico y el sur de los actuales Estados Unidos para inspeccionar los fuertes y presidios de la América septentrional española. La expedición tuvo una duración de tres años y nueve meses, recorrió a caballo casi 13.000 kilómetros. En su diario describió, con tanta sequedad militar como elegancia, fuentes, ríos, arroyos, flora, fauna, pueblos, minas, comunidades indias, misiones y guarniciones, redactó informes, escribió proyectos, denunció abusos y aconsejó reformas al marqués de Casa Fuerte, entonces virrey de Nueva España. Nada escapaba a su curiosidad de ilustra...