ARTE DE PASTOREAR IMPERIOS
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"El pastoreo seduciría a los más recios, tenaces e indómitos. Les atraería y conseguiría retenerlos, siempre que el campo de batalla no les llamara, cosa -la afirmativa- tan natural y corriente como nuestra belicosidad contra propios y extraños. Han sido pastoreo y guerra, en la historia, ocupaciones solidarias; en ellas, alternativamente, actuaba el español muy complacido, y mientras la ocasión de combatir le faltara y se viese privado de ganar con las armas fama y victorias, le conservaron a tono, para reanudar el combate, las peripecias de sus correrías detrás de los rebaños, entre la aspereza y las tentaciones del vivir inquieto, sobrio, anárquico, implacable, alerta frente a las sorpresas del contorno y avizor de remotos horizontes fugitivos hasta escapársele, cuando creyó toparlos". Ramón Carande, "La economía y la expansión ultramarina bajo el gobierno de los Reyes Católicos", en 7 estudios de Historia de España, 1969