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Mostrando entradas de febrero, 2013

ARTE DE PASTOREAR IMPERIOS

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"El pastoreo seduciría a los más recios, tenaces e indómitos. Les atraería y conseguiría retenerlos, siempre que el campo de batalla no les llamara, cosa -la afirmativa- tan natural y corriente como nuestra belicosidad contra propios y extraños. Han sido pastoreo y guerra, en la historia, ocupaciones solidarias; en ellas, alternativamente, actuaba el español muy complacido, y mientras la ocasión de combatir le faltara y se viese privado de ganar con las armas fama y victorias, le conservaron a tono, para reanudar el combate, las peripecias de sus correrías detrás de los rebaños, entre la aspereza y las tentaciones del vivir inquieto, sobrio, anárquico, implacable, alerta frente a las sorpresas del contorno y avizor de remotos horizontes fugitivos hasta escapársele, cuando creyó toparlos". Ramón Carande, "La economía y la expansión ultramarina bajo el gobierno de los Reyes Católicos", en 7 estudios de Historia de España, 1969

EL PICADOR Y LOS BANDOLEROS

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Hubo en tiempos de Carlos III un picador llamado Juan Miguel. Aparece como tal en la plaza de toros de Sevilla, el 8 y 10 de mayo de 1764, junto a Fernando del Toro, Mateo Medina, Eduardo Casivero y José Daza. Le pagaron a nuestro personaje, en aquella ocasión, 1.200 reales y once toros de gratificación. Dice el marqués de Tablantes que era, Juan Miguel, hombre muy valeroso en la plaza y fuera de ésta. Una vez fue asaltado en Sierra Morena por una partida de ladrones. El picador, allí en despoblado y en solitario, no se amilanó ante gente de tan mala condición. Mató al jefe de los bandoleros, a uno más y puso en fuga al resto. El valor era su oficio y su destino.

LOS MENDIGOS DEL MOTÍN

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"La chusma por sí sola no pudo conducir este motín". Es lo que dijo Campomanes cuando lo de Esquilache. No creía en las revueltas espontáneas. Tras meditar con frialdad ilustrada, ésta era su conclusión. El tono y la calidad de las sátiras y pasquines, la organización de la revuelta, la ausencia de violencia sobre los particulares y el estallido de alteraciones similares en Toledo, Ocaña y Segovia demostraban la certeza de sus sospechas. Se decía que había mucho trasiego de dinero y que en las tabernas, donde corría con alegría  el vino por cuartillos y azumbres, no cabía un alma. Todos invitados. Allí, decían, se reclutaron mendigos y muchachos sin oficio ni beneficio. Resultó muy extraña la poca capacidad de persuasión de los predicadores, tan eficaces, normalmente, en apaciguar a las gentes enfurecidas.También era inaudito que heridos y moribundos, con evidente riesgo de condenarse eternamente, se negasen a confesar. Las sospechas recayeron - como era habitual- sobre...

SUPERSTICIONES TAURÓMACAS

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Aunque constituye uno de los tópicos más extendidos sobre los toreros, la creencia en supersticiones no era sólo atribuible a la gente de coleta sino general en los tiempos pasados. Lo arriesgado de su profesión y el origen popular de la gran mayoría de los matadores contribuían al arraigo de dichos prejuicios hacia ciertas cosas y situaciones. No eran los toreros, ni falta que les hacía, ejemplo de cartesianismo o de positivismo científico. En La Lidia de 10 de junio de 1895, J. Sánchez de Neira menciona la aversión de Juan León, un torero de los tiempos de Fernando VII, al número cero. "Día cero, en la piel agujero" decía. Evitaba, en lo posible, torear los días 10, 20 y 30 de cada mes, y en caso de no poder eludir sus compromisos mostraba en la plaza escaso empuje, menos ganas de exponerse y una excesiva prudencia en el tercio de muerte. Manuel Díaz Lavi consideraba fatales los toros negros, "los bichos presbíteros" como los llamaba. De hecho más de una vez,...

CUESTIONES CULINARIAS DEL SIGLO XVII

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Carnicerías Reales de Jaén en la década de 1920 Grosuras: pajarillas, mondongos, bofes, patas, asaduras, lenguas, criadillas, sesos y cabezas. Mantenimiento de aceptación universal en la España de ayer, único plato de carne para consumo del estado general. Principal pitanza salida de los rastros, asequible para todo género de pobretes, zascandiles y pecheros de renta alcanzada. Bendición culinaria para los presos pobres, alegría de los fogones de los fieles vasallos de Su Majestad, a quien Dios guarde. Al escudero Marcos de Obregón, hombre de paladar fácil de conformar, le sirvieron en un tinelo "un platillo de mondongo más frío que las gracias de Mari Angola". Al cortarlo, decía el pícaro, hedía a "tripa mal lavada". Otra referencia, ésta de   El lego del Carmen  de Moreto : "Si es el muerto de grosura / los sábados tendrá lengua". Juegos de palabras, chistes barrocos dífíciles de entender para nosotros. Sentido del humor de otro tiempo. Toda esta zar...

CIERTO CONCEPTO DE LO ROMÁNTICO

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Cada uno expresa sus sentimientos como puede.  En La Iberia de 25 de septiembre de 1890 se recoge, al respecto, lo siguiente: "Hace pocas noches fue detenido en Jaén un joven que no dejó un cristal sano en casa de su novia; tantas fueron las pedradas que arrojó. Al prendérsele manifestó que esa era la manera que tenía de llamar a la dueña de sus pensamientos".

FAROLES EN LA NOCHE

Una diferencia entre el pasado y los tiempos actuales reside en la iluminación de las estancias y las calles . La noche en las ciudades era sobrecogedora y peligrosa. Imaginemos las calles a finales del siglo XVIII. E incluso en el siglo siguiente. Resplandores difusos tras los vidrios y lienzos encerados, las brasas de cigarros y poco más. Por todos los lados postigos cerrados y premura para resguardarse en sitio seguro. En la calle sólo matones, gente atribulada y tipos temerarios. Terreno incierto de valientes, valentones y desgraciados. La descripción que hace Galdós del Madrid nocturno, en La Fontana de Oro , es pavorosa. También escribió   Mesonero Romanos al respecto.                                                            *** Antonio Ponz, de prosa tan antipática como ilustrada, estuvo en Londres en tiempos de Carlos ...

LE PETIT CHÂTEAU

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No es cosa de cuento de hadas precisamente. Va del tercio del duque de Alburquerque que sirvió en Rocroi. Los franceses lo llamaron le petit château por su firmeza. Recuerda este nombre, el escrito en francés, a las palabras de Bossuet, dedicadas al Gran Condé, vencedor en tan gloriosa y desastrosa jornada:        "Quedaba aquella temible infantería del ejército de España, cuyos grandes batallones compactos parecían torres, pero torres que podían reparar sus brechas, que permanecían inexpugnables en medio de un ejército derrotado lanzando fuego por todas partes. Tres veces el joven vencedor se esforzó por romper aquellos intrépidos combatientes y las tres fue rechazado por el valeroso conde de Fuentes, a quien se veía, llevado en una silla, y a pesar de sus enfermedades mostrar que un alma guerrera es dueña del cuerpo que anima."                                     ...