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Mostrando entradas de octubre, 2022

EL CHOCOLATE DE LOS ABSOLUTISTAS.

Hubo un tiempo, en el siglo XIX, en el que los partidarios del chocolate se batieron con los del café y el té. Lo explica muy bien Antonio Bonet Correa en Los cafés históricos , un interesante libro publicado en 2012. Según este autor, el chocolate representaba la España tradicional y castiza; el café y el té, en cambio, a los modernos y a los liberales. Cita al costumbrista Antonio Flores que consideraba al chocolate como "un brebaje absolutista, enemigo de las luces y de la civilización" que, ya con el liberalismo triunfante, tenía sus últimos reductos en los conventos las casas de los carlistas. Cosa de reaccionarios. El té, como algo moderno y como muestra de cierta anglofilia, fue muy del gusto de los de la Institución Libre de Enseñanza, Así consta en el estudio realizado por José María Marco sobre Francisco Giner de los Ríos, donde aparece el té como bebida permitida y bien considerada en la Residencia de Estudiantes.

EL PERRO DE POPE

  “El poeta inglés Pope fue preservado de morir asesinado por un criado. El animal había descubierto sus designios por el desasosiego que reparaba en él, y avisó a su señor con mil demostraciones extrañas, llenas de solicitud y previsión, tanto que en el momento de ir a consumar su criminal intento, conociendo el perro lo había adivinado, soltó el puñal homicida y se puso en fuga precipitada”. El caso de este perro leal, inteligente y con buen ojo para calar asesinos, se cita en De los animales de salón y de jardín, obra arreglada por D.D. de la Vega y Ortiz, Madrid, 1862 y está recogido en el capítulo dedicado a los perros de barbas, caniches, de aguas y de lanas.

HOTELES ISABELINOS

  En la Guía oficial de los viajeros en los caminos de hierro, vapores y diligencias (Imprenta de La Iberia, Madrid, 1865), se incluyen varios anuncios de establecimientos hosteleros de España y del extranjero. Creo que son interesantes algunos detalles al respecto. Comencemos con el Hotel de Francia , ubicado en la calle del Carmen y a cargo de Bautista Landarreche. En el anuncio se destacaba su céntrica posición, cercana a la Puerta del Sol. Se indica que "la cocina está dirijida a la francesa y a la inglesa", con mesa redonda a las seis de la tarde y restaurante en la planta baja. La mesa redonda consistía en un servicio de comedor en el que los clientes, distribuidos en diferentes mesas, comían juntos y en buena compañía sin que, en principio, tuviesen relación alguna. El restaurante, o restaurant, e ra de más empaque y pretensiones y disponía de menús y carta. Las diferencias con los figones o casas de comidas eran notorias. En el Hotel de Francia , los huéspedes contab...

ESTRAGAR AL REINO.

Todo, o casi todo, lo pensaron ya nuestros ilustrados, los grandes ministros de la Monarquía de España en nuestro siglo XVIII. A continuación, cito lo que pensaba Campomanes de cierta política fiscal. Es evidente su vigencia. Parece escrito para hoy: “Una multitud de impuestos no es fuente segura de una multitud de riquezas; lo que sí es una devastación de un reino, un seguro embrollo en las cuentas y un segurísimo aguijón del malcotento de los vasallos. La libertad es amable hasta a las bestias. No mortifica tanto al contribuyente lo que paga, como el modo de exigirlo”.