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Mostrando entradas de diciembre, 2019

VELETAS

Las veo arriba, en la vigilia de estas noches de invierno, cercadas de montes, sobre las torres de la Catedral. Las veletas están emparentadas con los faros de las costas en su escrutinio del tiempo y de las lejanías, y dan testimonio de verdad del destino de los vientos. El presbítero don Antonio Lobera y Abío en su libro El porqué de todas las ceremonias de la Iglesia y sus misterios (1758), escribe sobre las veletas. Decía que era costumbre antigua poner sobre la cruz un gallo como símbolo de prelados y predicadores y que la veleta  “es al modo de banderila, que se vuelve a todos ayres, y está debajo de la Cruz, nos da a entender que en todo ayre, próspero o adverso, hemos de tener la Cruz sobre nosotros, que es la señal del verdadero cristiano”. 

EL MONTE SIN BELLOTAS (1662)

En el otoño de 1662, los ganaderos de cerda de mi concejo estaban muy apesadumbrados. Ellos, señores de reses tan galanas - alegría, gloria y ornato de los montes de Jaén- dieron cuenta al Cabildo municipal de las penurias que padecían por ser “año esteril y no la avía [bellota] en todo este Reino y comarca sino era la que se había reconocido en la dehesa de la Mata”. Fue un tiempo de sequía o, al menos, de lluvias tan tardías como menguadas. El 24 de noviembre de ese año, por Santa Catalina, en el citado Cabildo se consideró prudente oficiar rogativas a la Virgen de la Capilla “respecto de estar el tiempo tan adelante y el pueblo afligido no aver acudido a tiempo los temporales”. _____________ Archivo Municipal de Jaén, Actas, 1662, cabildos de 6 de octubre y 24 de noviembre.