MÁS SOBRE LAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO
No eran como los fantasmas de los relatos victorianos que parecían dar bandazos, sin saber muy bien la razón, asustando a institutrices de buena familia venida a menos y a jardineros de pocas palabras. Las ánimas del Purgatorio , a diferencia de los espectros al uso, que esperaban al final de la escalera, resultaban perfectamente explicables para el labrador más sencillo. Su existencia no estaba bajo lo más terrorífico que siempre es lo absurdo. Aparecían, además, representadas aquí y allá en pinturas, a veces en lienzos bien grandes, colgados en muchas iglesias. También en estampas baratas que se colocaban en los dormitorios junto a los escapularios de la Virgen del Carmen. La devociones que podían facilitar su salvación se encauzaban a través de cofradías muy activas. Las ánimas del Purgatorio, sin embargo, daban miedo, producían asombro, que así se se llamaba al espanto en los siglos XVI y XVII. Hay testimonios literarios al respecto. En La dama boba , de Lope de Vega, aparece una m...