"SI JUSTICIA OVIERA EN EL MUNDO" (DEL HIJO DE UN MÉDICO CONFESO)
El licenciado Juan de Carmona, vecino de Montilla, era médico y confeso. Hacia 1575 el Santo Oficio procedió contra su hijo, llamado Antonio de Silva. Por el apellido parece que era de origen portugués. En una conversación, "tratando de conversos", dijo: "si justicia oviera en el mundo que el Papa, Rey, obispos y arzobispos avian de ser confesos, más que andava el mundo al revés y que lo mejor que el Rey tenía era traer una brizna". No le faltaba orgullo de casta a Antonio de Silva y no siempre se podía estar callado. Aunque las paredes oyesen. Respecto a la brizna de sangre judía de Felipe II, debía de referirse al linaje de Doña Juana Enríquez, madre de Fernando el Católico. Era asunto conocido en aquellos siglos. Alguien escuchó esta afirmación y fue denunciado. Desconozco cómo acabó todo.
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