DE ILUSTRADOS Y SEPULTURAS
En 1792 se editó en Pamplona, en la imprenta de Ezquerro, una obra titulada Nueva instancia a favor de los cementerios contra las preocupaciones del vulgo, escrita por el capuchino Ramón de Huesca, calificador del Santo Oficio y socio de mérito de la Real Sociedad Aragonesa. Se sostenía en sus páginas la necesidad de construir cementerios fuera de las poblaciones para mayor beneficio de la salud pública y, de esta manera, dejar de enterrar a los difuntos en los templos y demás espacios sagrados dentro de los cascos urbanos “sin perder de vista la disciplina de la Iglesia, el respeto y decoro debido a los cadáveres y la comodidad de los fieles en los sufragios y oficios de caridad que prestan a sus hermanos difuntos”. El autor alegaba, a su favor, diferentes autoridades y precedentes históricos, aparte de las razones derivadas de la Ciencia, las Luces y el espíritu de su tiempo. Decía el padre capuchino: “todos hemos experimentado en las Iglesias en que son frequentes lo...