TRANQUILOS Y BIEN PROBADOS
El barón Gustav von dem Ostau, coronel de coraceros de Gustavo Adolfo de Suecia, describe a los soldados españoles en la batalla de Gindely, en 1634:
"Entonces avanzaron con paso tranquilo, apiñados en masas compactas, varios regimientos españoles. Eran casi todos veteranos bien probados; sin duda, el infante más fuerte y más firme con que he luchado en toda mi vida."*.
(Nunca hubo elogio más escueto ni más grande para soldados de infantería).
(Nunca hubo elogio más escueto ni más grande para soldados de infantería).
_______
*Cit. por Américo Castro, en España en su Historia, 1948.