UN PUCHERO DEL BARROCO
Agustín Moreto (1618-1669) menciona en un entremés* el siguiente guiso:
Condumio bien aviado y mejor guarnecido. Y los garbanzos: fundamento del cotidiano puchero de los españoles, golosina apreciada por esclarecidos ingenios, premio de galeotes y munición indispensable para la brega diaria. Hasta san Juan de la Cruz los cita en sus cartas.
_________________
*Entremés de Mariquita
"¿Cómo no os queda nada? hay un puchero, / con chorizo, con baca, y con carnero, / con tocino, que alegra los gaznates, / con su salsa picante de tomates,/ ya picadas sus berenjenitas,/ con sus garbanzos, y sus verduritas"
Condumio bien aviado y mejor guarnecido. Y los garbanzos: fundamento del cotidiano puchero de los españoles, golosina apreciada por esclarecidos ingenios, premio de galeotes y munición indispensable para la brega diaria. Hasta san Juan de la Cruz los cita en sus cartas.
_________________
*Entremés de Mariquita
Ahí es nada. No es que llegue a ser la famosa olla podrida, corrupción verbal del término poderosa, por la cantidad de ingredientes que la formaban, que tanto gustaba, y acabó, en cierto modo, matando al césar Carlos, pero oíga, no está nada mal tampoco este puchero.
ResponderEliminarUn saludo.
El terror de las mozas y mozos de hoy día, esclavos de las dietas y de las comidas basura, esos garbanzos y picantes y tocinos y vaca y cordero y puchero.
ResponderEliminarUn saludo
Impensable una comida de entonces sin los consabidos garbanzos cociéndose lentamente al amor de la lumbre.
ResponderEliminarUn saludo.
Un buen ejemplo de la gastronomía tradicional de los españoles. Todas las regiones tienen su "puchero", las variaciones se debían a lo que la tierra producía en cada una de ellas. Eso sí, los garbanzos no faltaban.
ResponderEliminarSaludos
Era muy sustancioso, sin duda, y una bomba para estómagos delicados. Don Carlos debió muchos de sus achaques a su inapropiada dieta.
ResponderEliminarGracias por su escrito, señor DLT.
Es verdad, doña Carmen, es cosa probada que a las gentes de esas edades no les atraen los garbanzos, legumbre celtibérica sin parangón.
ResponderEliminarMuchas gracias por su reflexión.
¡Y que no faltase, amigo don Cayetano!.
ResponderEliminarSaludos y gracias.
Deben de ser saludables, imagino, otra cosa es el acompañamiento. Saludos y gracias, doña Ámbar.
ResponderEliminar