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Mostrando entradas de marzo, 2015

LA SEMANA SANTA DE FERNANDO VII

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Fernando VII  era católico, como todos los españoles, pero sin grandes efusiones de devoción. La reina doña Josefa Amalia de Sajonia, jovencísima, recién llegada de un convento alemán, hizo todo lo posible por avivar -sin demasiados progresos- la convencional religiosidad del monarca. Muerta la Reina en 1829, con unos veintiséis años, Don Fernando afirmó rotundo:"¡no más rosarios!". Casó después con Doña María Cristina, de genio más alegre, pero el Rey no aligeró demasiado sus obligaciones religiosas. Lo demuestra su apretada agenda durante los días de Semana Santa según la Tabla de las festividades de la Real Capilla ( Madrid 1832). No convenía, por lo demás, mostrar ligerezas ante apostólicos y realistas, que acusaban al Rey de tolerante en exceso y, a los que le rodeaban, de criptoliberales. Don Fernando iniciaba la Cuaresma recibiendo la ceniza de manos de un prelado. Le acompañaban en la ceremonia Grandes, embajadores, el mayordomo mayor y el capitán de Guardia...

CATORCE DE JULIO

"¡Qué atrocidades! ¡Qué de horrores! ¡Y por gente así nos interesamos alguna vez! Avergoncémonos de nuestro engaño y escarmentemos para adelante". Esto decía el ilustrado y, años más tarde, afrancesado Juan Meléndez Valdés ante el regicidio de Luis XVI. Parecidas consideraciones tuvo Moratín que también estuvo al servicio de José Bonaparte. (La cita aparece la obra de P.J. Ramírez, El primer naufragio (2011)   que a su vez la toma de Juan Molina Cortón Repercusiones de la Revolución Francesa en España (1990).

TRES CAPITANES DE CABALLERÍA

Don José Álvarez de las Asturias-Bohórquez Goyeneche, marqués de los Trujillos, era hijo del duque de Gor, Recibió sus primeras clases de equitación a los siete años. Completó su formación en la Academia de Caballería, en la que,  más tarde, ejerció como instructor en la Escuela de Equitación Militar. Ganó su primer premio en 1914, en un concurso hípico organizado por la Brigada de Húsares en Alcalá de Henares. Su rivalidad con el teniente don Jaime Milans del Bosch, con  motivo del premio del Infante Don Carlos, levantó un gran entusiasmo entre los aficionados a lo ecuestre. Fue el inicio de un brillante historial deportivo. Su destreza y dominio quedaron demostrados en diferentes premios y concursos celebrados en Londres, Roma, Nápoles, Niza, Milán, Lisboa, Oporto y Nueva York. Participó en los Juegos Olímpicos de París - los reflejados en Carros de Fuego -  pero su más alto galardón fue la medalla de oro , conseguida en la disciplina de saltos por equipos, e...

EL CLÉRIGO Y LOS LIBERALES

El escolapio don Felix Sardá y Sardany no era amigo de los liberales. Ya en 1875 había escrito ¡Te conozco, católico-liberal!  y más adelante, ya avanzada la Restauración, publicó El liberalismo es pecado (1884) . Sardá consideraba a los liberales como herejes y miembros de una secta. "El mundo de Luzbel" encubierto, decía. Para el clérigo catalán "ser liberal es más pecado que ser blasfemo, ladrón, adúltero u homicida, o cualquier otra cosa de las que prohíbe la ley de Dios y castiga en su justicia infinita", es decir, "el mal sobre todo mal". Los apacibles miembros del Partido Conservador o los sagastistas del círculo más cercano debían de espantarse al ser considerados peores que los más sanguinarios bandidos o que los libertinos de más incorregible y pervertido historial. Había en opinión de Sardá, naturalmente, distintos grados de liberales como, afirmaba, distinta gradación tiene el aguardiente despachado por el tabernero. Desde los de Cádiz de 181...

EL LETRADO EN SU ORATORIO

Siempre asociamos la religiosidad barroca con escenarios públicos, urbanos y fastuosos. Las formas externas de la vida religiosa, sin embargo, convivían con otras devociones y prácticas piadosas caracterizadas por la introspección y el rigorismo. Bien puede servirnos, para fundamentar lo expuesto, lo recogido en la hagiografía de la Venerable Gabriela de San José, una carmelita descalza nacida en Granada en 1628*. Su padre, don Juan Correa de Tapia, era abogado de los Reales Consejos y ejercía en la Real Chancillería. Hombre de ánimo sombrío, sólo abandonaba sus alegatos y dictámenes, para rezar el Rosario y recogerse en “la soledad del Oratorio”. En su casa se “frequentaban mucho los Santos Sacramentos, siguiendo su exemplo los hijos, y criados” además de "tener dos horas de oración mental todos los días, una a la mañana, y otra a la tarde, junta en el oratorio toda la familia”. La Venerable Gabriela de San José comenzó desde los ocho años a cumplir los más ásperos  ayu...

HABLARSE DE TÚ

En  El escándalo  de Pedro Antonio de Alarcón leo lo siguiente:  "Diego agradeció profundamente mis primeras demostraciones de afecto y confianza. Una alegría inexplicable y de todo punto desusada en él, y aún en mí, comenzó a reinar en nuestras relaciones. A propuesta suya se acordó que los tres nos hablaríamos de tú, merced que nunca habíamos otorgado a ningún hombre". Debe indicarse que la decisión entusiasta de tutearse fue tomada por tres universitarios de clase media, en los últimos años del reinado de Isabel II, y no por venerables ancianos, anclados en rancias fórmulas de cortesía, o por distantes y estirados burgueses. No dejaba de resultar preocupante tanta espontaneidad.  Ramón y Cajal , hombre que vivía en el mundo, de ideas avanzadas y nada reaccionario, en sus Charlas de café   (1921) prevenía a sus lectores de las consecuencias funestas del tuteo: "Si anhelas las independencia, procura que nadie, fuera de los individuos de la familia, pueda...