VERANOS DE 1730
Garrapiñas, horchatas, garrafas de limonada, retirada de tapices, calles empolvadas, calles regadas, sarna, sarpullidos, mataderos hediondos, despojos arrastrados por ratas, bóvedas sepulcrales más hediondas todavía, asaltos a melonares, meloneros airados, beber agua con nieve, señoras en enaguas y guardapiés, paseos nocturnos, moscas, correr toros, carlear de perros, ovejas esquiladas, alivio de vagabundos, fiestas por la Virgen,cantos de siega y alegres auroras
Veranos más duros que los de hoy en día por la falta de higiene pública y privada.
ResponderEliminarUn saludo
De tremendas mortandades. Se tenía una gran prevención hacia la estación.
EliminarSaludos, Carolus Rex
El asalto a huertos privados para hacer acopio de frutas por aquí se llama "ir de tonda" y me temo que fue práctica necesaria para subsistir hasta hace bien poco, aun a riesgo de acabar muerto a tiros o comidos por los perros.
ResponderEliminarUn saludo
Verdad incontestable. Sobre asaltos a melonares escribiré pronto alguna notilla.
EliminarSaludos, doña Carmen.
Quizá ir de tonda esté relacionado con el verbo latino tondeo que significa afeitar esquilar, podar. Me gusta la posibilidad.
ResponderEliminarEs muy interesante y erudita su apreciación. Y la expresión es bonita por lo arcaizante. Suena a entremés del XVII.
EliminarSaludos
Y perdonen todos ustedes el retraso en las respuestas. Son cosas de los veranos de hogaño por las malas coberturas y algunos viajes.
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