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Mostrando entradas de septiembre, 2013

CAIMANES RELLENOS DE PAJA Y OTRAS FIERAS

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En siglos pasados se colgaban caimanes, cocodrilos y otros reptiles ,  debidamente adobados, en los templos. Recuerdo, entre otros ejemplos, el de la Catedral de Sevilla o el existente en la Iglesia Parroquial del Viso del Marqués, entre Sierra Morena y La Mancha. En Estebanillo González se recoge la siguiente frase: "trayéndolo lleno de paja, como caimán indiano". Sería costumbre conseguir o transportar, desde remotos rincones del Imperio, ejemplares amojamados de tales animales. Molestias y gastos menores cuando era grande la afición por lo exótico y las ganas de exponerlos en estrados y gabinetes, para asombro de curiosos y amistades en general. Siempre el propietario de la pieza, de haber estado en Indias, podía fantasear ante la concurrencia y presentar lo comprado como pieza cobrada en situaciones comprometidas, como la reflejada en la ilustración. También se exponían, en lugares sagrados, como exvotos. Pedro García Martín , en un estudio sobre la Mesta, recogió un s...

LOS JACOBINOS, EL INQUISIDOR Y EL LECTORAL

Don Agustín Rubín de Ceballos fue obispo de Jaén e inquisidor general. Murió el 11 de febrero de 1793. Al parecer, la decapitación del Rey de Francia , a manos de los jacobinos, le produjo tal pesadumbre que enfermó y le costó la vida. Al menos eso dijo, en sus exequias, el canónigo magistral de la Catedral de Jaén, don Juan Julián de Titos: Fatigado de mil cuidados, oprimido y consumido de las muchas y grandes aflicciones interiores, que le causaban las novedades de estos tiempos, siendo la que hizo más impresion en su Leal y Catolico corazon, el horrendo suceso, acaecido en Paris el 21 de Enero, no pudo resistir la fuerza del accidente. No es raro, la gente antes se dejaba morir por malos ratos, melancolías y desengaños. Don Agustín intuía que, con la tragedia de Luis XVI,  acababa el siglo XVIII y con éste el viejo orden monárquico, católico y estamental. Cuando se decapitaba a un rey, a un ungido, el mundo se tambaleaba. Aunque fuese el Rey de Francia. Lejos quedaban los e...

DEL USO CORRECTO DE LA SERVILLETA

En el prontuario de urbanidad de don Juan Manuel Calleja (1847) se indica lo siguiente: "desdóblase la servilleta, y se coloca según la coloquen los demás, porque antes se fijaba una punta al pecho y la opuesta se ponía bajo el plato; pero ahora es moda ponérsela encima de las rodillas, en donde de nada sirve." Naturalmente, en el uso antiguo, el tamaño de la servilleta sería muy grande y de embarazoso gobierno en la mesa. Además, los descuidados y torpes, quedarían en evidencia por lo expuesto de las manchas, migas y demás sustancias  No podemos imaginar a esos espíritus graves, trágicos y alucinados del XIX, Donoso Cortés,por ejemplo, con la servilleta al cuello, sujeta bajo el plato. Eso era para otro tipo de personas.

LA ELEGANCIA Y LA SANTIDAD

La religiosidad barroca fue, en no pocos casos, dada al exceso. Hasta la negación de la propia estima, rasgo compartido en las prácticas ascéticas, tenía sus límites. Comer, con delectación, pan enmohecido o beber agua con sabandijas no era, ni es, recurso obligado para salvar el alma. Dentro de la propia Iglesia, en pleno siglo XVII, se ponían medios, aunque de dudosa eficacia, para evitar estas conductas extravagantes. El Santo Oficio y los tribunales episcopales no quitaban el ojo de encima a los predicadores descompuestos, a la milagrería y a las disparatadas manifestaciones de devoción. Estampas, medallas, relaciones de prodigios y otros artículos de dudosa ortodoxia, de gran aceptación popular, circulaban por la España del XVII, a pesar de las instrucciones de prelados e inquisidores. No debió de faltar, ya en esos años, cierto hartazgo respecto a tales extravagancias y novelerías. Dios nunca ha pedido h...

APUNTES DEL SUBURBIO

Madrid y septiembre de 1889, paseaban, por las inmediaciones de la Estación de Delicias, Valentín Heredia y Galo Rojo, alias El Jairaque. Debía de ser un día de temperaturas sofocantes. Al pasar por la charca de Pico Pañuelo,decidieron darse un baño. El primero en lanzarse al agua fue Galo Rojo. Tuvo tan mala fortuna que se quedó en el fondo, atrapado por el cieno. Hizo intentos denodados por salvarse pero no pudo. Su compañero no dudó en acudir en su auxilio y también murió ahogado. Cuando las autoridades tuvieron noticia del suceso, iniciaron las tareas de búsqueda de los cadáveres. Fue muy penosa la faena por la profundidad.  Se llegó a pedir al Ministerio de Marina una barca que llegó tarde y no se pudo utilizar. Llamaron a los operarios de alcantarillas, con sus cuerdas y ganchos.  A las nueve de la noche sacaron al pobre Heredia y a las una de la madrugada a Rojo. Nada se veía ya. La gente, ...

VESTIR COMO UN REACCIONARIO

En una obrilla titulada Los percances de un carlista, de D.M.B Aguirre (1840), se describen las vestimentas de un carlista y de un partidario del Estatuto Real. El carlista, acérrimo y arruinado por sus donativos a la Causa, se llamaba don Pantaleón. Según el autor vestía "con trage bastante anticuado". Don Canuto Remolacha,"servil más ilustrado", era partidario del Estatuto Real  y se presentaba "con trage más elegante pero exagerado en estremo: gran lente; grandes picos en el cuello de la camisa; gran alfiler en la chorrera; peluca muy rizada". Otro personaje, también devoto de Don Carlos, llamado don Eleuterio, aparece con calzón corto, zapato con hebilla y casaca de moda. Todas estas prendas se asociaban al Antiguo Régimen . Lo estirado, rígido, acartonado y grotescamente anticuado se muestra como rasgo común de los adversarios del esparterismo y,  en general, del liberalismo progresista.  En la obra citada se rep...

EL MAL GENIO DE UN RACIONERO

Pedro de Segura era racionero en Jaén. De vez en cuando se zafaba de los cabildos catedralicios. Serían largos para él y siempre era preferible ir al campo con los galgos,sestear en la solana de su casa o tañer la vihuela. A lo mejor, Pedro de Segura, prefería dedicar su tiempo a leer a Virgilio, auxiliar a desgraciados  o a rezar. No sabremos nunca si era santo o pecador, piadoso o perdulario. Es lo que tiene el haber vivido hace casi cinco siglos. Su manga ancha le costó la benévola multa de un real y ser llamado a capítulo. En junio de 1543 se presentó el Racionero ante el Cabildo. No pudo sufrir las amonestaciones ni el gesto severo, o divertido, de los prebendados. Se disparó como una escopeta y a voces dijo que a otros no los castigaban porque eran gordos y a él sí porque era flaco lo ejecutaban . El deán de la Catedral le mandó callar y el racionero siguió enfurecido, destemplado.y crecido. Fue sancionado a un mes de falta y a no entrar a los cabildos en diez años. Diez año...

INCIDENTES EN LA PLAZA DE TOROS DE SEVILLA EN 1748

El 13 de mayo de 1748 un soldado del Regimiento de Flandes cumplía su servicio en la plaza de toros de Sevilla. Reinaba un ambiente bronco. Había que bregar con un público intratable y díscolo. En estas circunstancias, unos espectadores decidieron bajar al ruedo, espada en mano, para herir al toro. Con el objetivo de evitarlo, el soldado repartió unos espadazos entre los más desobedientes. Al parecer se pasó en en el castigo. El paisanaje se enojó y la emprendió a limonazos contra el infante que, sin amilanarse, arremetió -con más furia todavía- contra sus agresores. Esta vez repartió estopa por los tendidos de media plaza. Era tal su enfado que tuvo que ser apaciguado por sus compañeros de armas.  El griterío debía de ser infernal. Parecía que todo iba a quedar ahí. Transcurrió la lidia y cuando se jugaba el último toro los asistentes pensaron que era el momento de saldar viejas deudas. Comenzaron a buscar al soldado en cuestión -cosa que consiguieron- y, encabezados por un clér...