Entradas

Mostrando entradas de julio, 2013

IGNACIO EL CORTESANO

Contaba Juan Alfonso de Polanco de san Ignacio de Loyola en sus años de mocedad: "como todos los jóvenes que viven en la corte y se hacen fanáticos por las cosas militares, era bastante libre en los asuntos amorosos, del juego y del honor". Ribadeneyra describió al Santo, antes de su conversión, como "un soldado desgarrado y vano", atento al cuidado de sus manos, su jubón y su birrete. Eran los rasgos propios del hombre de armas, aristocrático, del siglo XVI. Algo de este sentido de la elegancia le debió de acompañar siempre. Después vendrá la acción de Pamplona, el 21 de mayo de 1521, y será llamado a servir bajo otra bandera. Precisamente por las heridas recibidas en la pierna izquierda, le quedaron dos deformidades, segun Ribadeneyra:" un hueso que le salía debajo de la rodilla feamente" y la cortedad de la propia pierna. Le  extrajeron en la cura "veinte pedazos de huesos". No podía el santo "andar ni tenerse sobre sus pies". Al se...

EL ESCAPULARIO DEL CARMEN

La devoción hacia el escapulario de la Virgen del Carmen es una de las más populares dentro de la religiosidad barroca. El lego del Carmen de Agustín Moreto se centra en la vida de san Francisco de Sena que fue, antes de su conversión, espadachín. En una reyerta perdona la vida a su adversario que le pedía clemencia por la Virgen del Carmen. El valentón, que ya llevaba camino de santo, no puede negarse y se la concede: "En mi seña no imagino/ de cristiano, si no es ya / esta atención, que me da / su escapulario divino/ que aunque duro el corazón/ tanto al vicio se ha entregado/ que de Dios vive olvidado/ conserva esta devoción". Tristes tiempos los nuestros, en los que los más endurecidos jayanes ya no inician su camino a la santidad ante la vista de un escapulario. Inocentes parecen, a nuestra vista, los malos antiguos. No olvidemos, además, a los traperos de Madrid de finales del siglo XVIII, fieles devotos de la Virg...

LA MAJESTAD Y LA QUIETUD

La majestad no reside en la riqueza, ni en los palacios. Tampoco en el boato. No es fácil saberlo por ser la majestad un misterio. Y los misterios, de acuerdo con su naturaleza, se resisten a ser desvelados. La majestad es, además, un don que la sangre real no siempre depara. Quizás una de sus moradas sea la quietud. Es la sencillez hermanada con la grandeza Recordemos a Felipe IV, vestido con la ropilla negra y, sobre el pecho, el Toisón. Sostiene el gobierno de la Monarquía sin cetros ni armiños, a solas con su grandeza y su quebrantada conciencia. Sobre estas cuestiones escribo en Suma Cult ural

PERSECUCIÓN DE VAGOS

Fue propia de la mentalidad ilustrada la defensa de la ética del trabajo y la persecución de la vagancia. En siglos anteriores, los mendigos -siempre que no fuesen vagabundos o desconocidos- no eran considerados como parásitos ni, necesariamente, como maleantes. Había, incluso, una ociosidad respetable a la que aspiraban todos los que tenían pretensiones nobiliarias. Con el siglo XVIII todo comenzó a cambiar. Así, en 1771 el corregidor de Mancha Real, Reino de Jaén, fue la pesadilla de Tomás de Ávila. Era éste un mozo de veintidós años de edad al que el Corregidor "mal instruido de algunos vecinos" apresó y puso a buen recaudo "haviéndole agregado al real servicio". Dispuso el representante de la autoridad real que se convirtiese en soldado. El motivo era considerar a Tomás de Ávila "en la clase de vago y mal entretenido". La madre del susodicho negó, ante la Real Chancillería de Granada,  tal acusación pues, muy al contrario, el potencial recluta era ...

EL REFRESCO DE LOS MAESTRANTES

En los siglos XVII y XVIII se llamaba refresco al alimento moderado o refrigerio que se tomaba para reparar fuerzas o a modo de colación. Había un  refresco sencillo compuesto de queso y vino. Era propio de  gente del campo. Otro tipo, más refinado, se servía con  bebidas   frías, dulces y chocolate. El beber frío era obligado y muy del gusto de todos los españoles de la época, muy dados a frecuentar las botillerías. La polémica sobre si era bueno o perjudicial ingerir bebidas heladas se mantuvo durante siglos. Para enfriar las bebidas se traía nieve de las sierras cercanas y se vendía en los mercados -como producto de primera necesidad y a precios populares- durante el período estival. En los  Anales de la Plaza de Toros de Sevilla  del marqués de Tablantes se dan cumplidas referencias de los refrescos ofrecidos por los maestrantes a los invitados a los festejos taurinos. En 1730 consta que " los diputados gastaron en su balcón 50 libras de dulce a tres re...

ÁGUILA EN RIOCUCHILLO

Imagen
En el diario La Iberia  de 15 de septiembre de 1889 se publicó la siguiente noticia: "En Riocuchillo (Jaén) un cazador mató hace pocos días una magnífica águila que mide tres metros de extremo a extremo de las alas, con la particularidad de tener el pico cortado por la mitad de la parte superior, sin duda de algún balazo que le dieron hace mucho tiempo". Para mayor información del público se indica en la noticia que el cazador vendió el ejemplar por quince pesetas "á un aficionado, que la ha mandado disecar".