DON JERÓNIMO DE BARRIONUEVO
La biografía de don Jerónimo de Barrionuevo nos parece, con razón, extraordinaria. Vidas como la suya, sin embargo, no eran muy infrecuentes entre los hombres de su tiempo. Muchas veces he encontrado, en mis estudios sobre el siglo XVII, personajes que llevaban -ya en la madurez- existencias discretas, oscuras incluso, y que contaban con un pasado épico, vivencias terribles y recuerdos de riesgos y venturas. De los lances de capa y espada pasaban, llegado el momento, a la vida rutinaria y sosegada sin mayores novedades. Tras el batir del tambor tocaba el rumor del cabildo catedralicio, la regiduría de aldea o el administrar una pasable rentilla. España fue una gran potencia por saber criar a personajes de este tipo. Cuando empezaron a faltar vino a perderse todo.
En Ambos Mundos escribo sobre don Jerónimo de Barrionuevo, tesorero de la Iglesia de Sigüenza, soldado viejo y hombre siempre bien informado.
En Ambos Mundos escribo sobre don Jerónimo de Barrionuevo, tesorero de la Iglesia de Sigüenza, soldado viejo y hombre siempre bien informado.
Así hubo muchos que, después de una vida ajetreada, asentaron la cabeza. Ahora que el caballerete, de mozo, era pendenciero y frecuentador de amistades o padrinos poco recomendables, como el Duque de Lerma, el que logró sacarle de la trena y mandarle una temporada a Nápoles para que se aireara un poco.
ResponderEliminarNo sé si fue un modelo de español a imitar o no. Desde luego, de joven, parece que no.
Un saludo.
Era un hombre de otro tiempo. Su grandeza y su miseria que, como gran pecador tuvo que tener, pertenecen a un mundo ya perdido. No se comprende la naturaleza de la España de los Austrias sin estos caracteres. Ahora, es obvio, los temperamentos y las conveniencias son otros.
ResponderEliminarSaludos don Cayetano.
Paso a ver esa vida de ese caballero de capa y espada.
ResponderEliminarAunque hace tiempo que no paso por aquí, por exceso de trabajo, siempre me gusta visitar los blogs amigos, y de paso, felictarle las fiestas y el próximo año, si es que superamos el apocalipsis maya. Un fuerte abrazo desde ArteTorrherberos, querido Retablo.
Muchas gracias, señor Hidalgo. También me alegro yo de poder saludarlo. Espero que pase usted unas felicísimas Pascuas.
ResponderEliminarAhora ya no existen esos personajes duros, curtidos en las nieblas de Flandes, capaces de entregar su vida por una bandera y por un rey que no les merecían. Bien les retrata Pérez- Reverte en sus novelas.
ResponderEliminarUn saludo
Con más tiempo daré una vuelta por "Ambos Mundos", para ver que nos cuenta de don Jerónimo de Barrionuevo.
ResponderEliminarFeliz Navidad y próspero Año Nuevo.
Un abrazo.
Estimado amigo, suelo pasarme por aquí a menudo, si bien no suelo dejar comentarios, sin embargo hoy quisiera desearle Feliz Navidad y que el año que viene siga instruyéndonos con magníficas entradas como esta.
ResponderEliminarUn saludo :-)
Sus afirmaciones, las de don Jerónimo, sobre la incapacidad de algunos ministros, el dinero, los impuestos confiscatorios, la crisis son tan actuales y vigentes que le hace pensar que nada es posible que cambie, que todo ello está en nuestra naturaleza, y que de periódicamente todo vuelve a suceder.
ResponderEliminarNo es la primera vez que nos habla de personajes de vidas tan poco conocidas como interesantes.
Ha sido un placer conocer a don Jerónimo; y a usted. Un saludo y que disfrute de unas muy felices Fiestas.
Son gente de otro tiempo. Y además en aquella época eran muchos los tipos de vida aventurera.
ResponderEliminarSaludos doña Carmen y felices Pascuas.
Muy bien, don Eduardo. Espero que le parezca Interesante el artículo.
ResponderEliminarMis saludos y felices Pascuas.
Me alegro mucho de poder saludarlo, señor de Mingo. Y espero que tengamos pronto ocasión de leer sus magníficos escritos.
ResponderEliminarQue pase usted unas felices Pascuas.
Sí qué parecen cosas de estos tiempos y no sólo de aquéllos. La gente tenía, con todo, más aguante pues su vida era mucho más dura y sacrificada.
ResponderEliminarEspero que le haya parecido interesante el trabajo sobre el personaje citado.
Y que tenga usted, señor DLT, unas felices Pascuas.