ÍBAMOS A REÍRNOS DE ÉL
Eugenio d´Ors escribió sobre Riego en 1918 cuando la Restauración iba hacia el derrumbadero:
"Íbamos a reírnos de él.
Pero ahora nos ha desarmado, mirándonos como en un reproche tristísimo, desde el corazón del Ochocientos; mirándonos con unos ojos asturianos y encendidos en medio del rostro amarillo, consumido por la fiebre y con una barba de ocho días".
Reírse de la ingenuidad liberal de Riego o la inminencia del espanto en el siglo XX.
"Íbamos a reírnos de él.
Pero ahora nos ha desarmado, mirándonos como en un reproche tristísimo, desde el corazón del Ochocientos; mirándonos con unos ojos asturianos y encendidos en medio del rostro amarillo, consumido por la fiebre y con una barba de ocho días".
Reírse de la ingenuidad liberal de Riego o la inminencia del espanto en el siglo XX.
Actual todo esto en cierta manera. En fin. Gracias, D. Retablo. Poliédrica que es la realidad.
ResponderEliminarGracias a usted doña Aurora.
ResponderEliminarCiertamente, lo último que haría yo sería reírme de este hombre. A pesar de lo que se cuenta del día de su ejecución (el miedo es libre), le echó narices al hacerle jurar al "felón" el texto constitucional.
ResponderEliminarUn saludo.
De los testimonios sobre lo que hicieron o dejaron de hacer los condenados a muerte hay que desconfiar. Se utilizan para construir mitos y para destruirlos. No sabemos lo que pasaría a Riego por la cabeza cuando iba camino del patíbulo.
ResponderEliminarGracias don Cayetano.
Me ha parecido siempre un personaje muy respetable.
ResponderEliminarUn saludo.