CUERDAS DE VIHUELA
Repaso algunos inventarios del siglo XVII. Aparecen con relativa frecuencia las vihuelas. Referiré dos escrituras otorgadas en Villacarrillo, concejo del Reino de Jaén, en 1687 y 1690. En ambos casos constan dos vihuelas, valoradas en doce reales cada una. En 1669 María de Ávalos llevaba en su dote "una bigüela grande" y, entre otros bienes, "una echura de un Resucitado en su caja". En 1676 Andrea María, de Jaén, incluía en su dote otra más que valía lo mismo. Pasaría Andrea bien entretenidos sus inviernos, amenizados de vez en cuando, por honestos cantares. En tiempos de Felipe IV un mazo de cuerdas de vihuela costaba cinco maravedíes. Si se vendían sueltas, "por menudo" como indica la relación que ahora consulto, el precio era de dos maravedíes. Otro era el caso de las cuerdas de Florencia, a 18 reales la gruesa y a cuatro maravedíes la madejuela. Las cuerdas de vihuela tenían, además, otro cometido distinto al musical. Servían para suturar las heridas de guerra de los soldados del Rey Católico.
Curiosa ambivalencia, amigo del Retablo, arte y sanación.
ResponderEliminarSaludos.
Es muy certera su apreciación. Saludos don José Miguel.
ResponderEliminarA mí también me ha gustado mucho. Sobre todo la utilidad médica de las cuerdas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por su gentileza. Paso a leer su blog que tiene un aspecto excelente.
ResponderEliminarAquí podéis encontrar una excelente investigación sobre las cuerdas de las vihuela, realizada por Juan Carlos Ayala y publicada en Hispanica Lyra.
ResponderEliminarUna lectura fantástica: http://www.laguitarra-blog.com/wp-content/uploads/2011/12/las-cuerdas-de-vihuela.pdf
Saludos.
David Morales.
www.cuerdaspulsadas.com
Y sobre el uso de materiales de sutura, antes del nylon se empleaba el catgut (http://es.wikipedia.org/wiki/Catgut), que también ha sido utilizado como cuerdas de instrumentos musicales.
ResponderEliminarSaludos y enhorabuena por el blog.
David Morales
www.cuerdaspulsadas.com
Aun no sé cómo me sorprendo por una cosa así, en un tiempo en el que era un barbero era encargado de realizar también dispares trabajos. Aún así, curioso el variado uso de esas cuerdas. Un saludo.
ResponderEliminarQue fuera mencionada como parte de la dote, da cuenta del valor de las vihuelas y sus cuerdas. Que las propietarias fueran hábiles en la sutura y el acorde, ya es harina de otro costal.
ResponderEliminarMuchas gracias por su amabilidad y por las referencias que nos ilustrarán. Las composiciones de música antigua, interpretadas con laúd o vihuela nunca dejan de ser imponentes. Reciba usted mis saludos don David.
ResponderEliminarSe usaron en la cirugía militar hasta el XIX. Es tremendo.
ResponderEliminarSaludos señor DLT.
Desde luego no podemos saber si María o Andrea rasgaban con donaire las cuerdas de la vihuela. A mí lo que me parece interesante es que, entre calderos y espeteras, en no pocos casos las vihuelas se incluyesen en las dotes. Revelan un aspecto insospechado, al menos para mí, de la vida española del XVII.
ResponderEliminarSaludos y gracias doña Amaltea.
¡Cuánto le agradezco, amigo mío, esta entrada tan instructiva para mí! No conocía el uso como sutura de las cuerdas de vihuela... ¡Interesantísimo!
ResponderEliminarUn agradecido abrazo.
Sorprendente el uso de las cuerdas de vihuela en menesteres de sutura, como sorprende pensar hoy que existía un gremio de "cirujanos y barberos", así, como cosa junta. Algo leí en Escocia sobre el uso del whisky como anestésico...
ResponderEliminarVihuela. Incluso el nombre suena dulcemente antiguo.
Saludos de su lectora.
Interesante el asunto de las vihuelas, servían para entretener y para cerrar heridas.
ResponderEliminarUn saludo.
Más le agradezco yo que sea lector de este blog.
ResponderEliminarMis saludos don Francisco.
Es cierto que la palabra vihuela tiene un sonido de otro tiempo.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus siempre lúcidos comentarios doña Olga.
Es la cara y la cruz de nuestro XVII.
ResponderEliminarSaludos señor de Valverde.