domingo, 3 de abril de 2016

PUERTAS

"Una puerta no es igual a otra nunca: fijaos bien. Cada una tiene una vida propia. Hablan con sus chirridos suaves o bruscos: gimen y se expresan, en las largas noches de invierno, en las casas grandes y viejas, con sacudidas y pequeñas detonaciones, cuyo sentido no comprendemos [...]


No hay dos puertas iguales: respetadlas todas. Yo siento una profunda veneración por ellas; porque sabed que hay un instante en nuestra vida, un instante único, supremo, en que detrás de una puerta que vamos a abrir está nuestra felicidad o nuestro infortunio".

(Azorín, Las confesiones de un pequeño filósofo, 1904).
Fuente de la ilustración: aquí.

10 comentarios:

  1. Bien cierto es, abrir la buena puerta nos puede llevar a un camino inesperado.
    Feliz domingo.

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  2. Es enigmático Azorín.

    Saludos, doña Mari-Pi-R (y buen ánimo en lo que queda de lunes).

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  3. Cruces de caminos, puertas que se abren y cierran, decisiones que tomar a ciegas, cambios en la vida, infortunios y desdichas, alegrías y felicidades. Somos errabundos dentro de nuestro destino, juguetes de la fortuna, peones de un ajedrez. Con saberlo, basta.
    Un saludo

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    1. Profundas palabras las suyas, doña Carmen. Y muy siglo XVII.

      Saludos y gracias.

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  4. Efectivamente, sabias palabras, muchas son las puertas de cuyos pomos somos dueños; pero hay una cuyo traspaso no se puede eludir, también de ella aunque no lo diga, habla el maestro.
    Un saludo, nuevamente con los comentarios rehabilitados.

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    1. El gran Azorín habla de la muerte, sin duda.
      Me alegra mucho volver a leer sus comentarios, amigo DLT.
      Muchas gracias.

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  5. ¡Magistral texto escogido, esperemos siempre toparnos con las puertas adecuadas!

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