LAS GRANDES AGUAS DE 1739
Se llamaba don Miguel Jerónimo Ponce de León, Messía, Quesada, Toledo, Mendoza, Benavides, Bazán, Zuazola y Loyola. Era conde de Garcíez, vizconde de Santo Tomé, señor de la Torre de Don Rodrigo, de La Bajada y de las Ilustres Casas de Florenga, natural de Baeza y vecino de Jaén, en la colación de El Sagrario, con casas principales en la plaza de Santa María. Alguna vez he mencionado al Conde. También a su tía monja, a la que abasteció de chocolate, por vía testamentaria y de manera vitalicia. Hoy, que es día de grandes aires y lluvias, nos ocuparemos del quebranto sufrido por la hacienda condal en 1739, año en el que diluvió por la campiña de Jaén. El Conde dejó por escrito en 1763: "Declaro que el año pasado de mil setezientos treinta y nueve, con sus muchas aguas y crecidas de los ríos, fueron muchos y considerables los daños que causaron en las presas y molinos de mis estados de Garcíez, Santo Tomé y Menxibar". Para pagar las reparaciones que desembolsar nada menos que 9....