DE PESCA EN EL SIGLO XVI
Al señor de Chimista En diciembre de 1592 el Concejo de Jaén aprobó unas ordenanzas de pesca*. En tales disposiciones se prohibía el uso de golletes, medias, lunas, agrumaderas, telillas y cualquier tipo de mallas o redes excepto las atarrayas y esparaveles, permitidos por las pragmáticas de 1552. Estos arreos eran redes redondas, con sus plomos, para lanzar con buen aire y sacar a brazo en aguas poco profundas. No estaba autorizada la pesca con tales aparejos desde inicios de marzo a inicios de julio "respecto ser los meses que los peces desovan y crían". La pesca de la trucha se podía practicar con caña y anzuelo en los parajes de Vado Sacejo, las hoces de Riofrío y Candelabraje. De esta manera, según las ordenanzas, la población de estos ilustres peces crecería "con grande abundancia y provecho". A los infractores, sorprendidos por caballeros de la sierra y guardas del campo, se les impondrían multas de 1.000 maravedíes y la perdida de los avíos. Estas no...