jueves, 1 de diciembre de 2016

FRAILES CARLISTAS Y FRAILES CRISTINOS (1834)

Esta historia trata de tiempos inciertos. Los que se vivieron en 1834, al principio de la Regencia de María Cristina. España entera estaba en ascuas por la guerra civil. También en Jaén se vivía un ambiente de exaltación. La cercanía de partidas realistas en los montes cercanos contribuía a agitar los ánimos de liberales y realistas. En enero de 1834, en las inmediaciones de Pegalajar, a pocas leguas de la ciudad, se descubrió la presencia de un centenar de hombres armados afectos a la causa de Don Carlos. En mayo de 1834 los liberales denunciaron que, con la tolerancia de las autoridades, en el convento de San Juan de Dios "celebraban sus reuniones los tenidos por carlinos en la opinión pública". En aquellos primeros tiempos de la causa legitimista llamaban carlinos a los carlistas. Una parte de los frailes de San Juan de Dios, sin embargo, era declaradamente partidaria de Doña Isabel y cantaba "himnos a la Reina y alegrías de esta naturaleza" y la otra se pronunciaba por Don Carlos. El provincial de la orden en Jaén, carlista declarado, consiguió de sus superiores que los hermanos conceptuados como cristinos fuesen trasladados a otras comunidades de la Orden, fuera de la ciudad. Los frailes desplazados -cuenta un periódico- ladinamente y "muy sumisos pidieron permiso para salir a despedirse y logrado, fueron a dar cuenta a la Policía de cuanto sucedía en su casa". Una noche acudieron los liberales al convento y allí sorprendieron a un carlista llamado Camps al que encerraron "en un calabozo con un par de calcetas". El Provincial fue a parar a la Cárcel de la Corona, reservada a los clérigos. Los restantes hermanos, que allí se encontraban, fueron interrogados por las autoridades y dieron muestras, al parecer, de gran locuacidad. Fueron, además, detenidos varios personajes locales como el teniente coronel don Jerónimo Adán, que había mandado a las milicias realistas en 1823, "y otros muchos", entre los que se mencionan los nombres de Iglesias, Morejón y el secretario del Ayuntamiento, Ramírez. Enterados los liberales de que mantenían contacto con otros realistas, mandaron agentes a Bailén para que interceptasen cierta correspondencia comprometedora.

11 comentarios:

  1. La naturaleza humana es así. No por ser frailes van a dejar de tener ideas propias, habida cuenta de que tanto carlistas como cristinos tienen en común el compartir la misma fe religiosa.
    Un saludo.

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    1. Y las pasiones políticas, qué intensas. Aunque el clero era muy carlista se ve que no hay que caer en simplificaciones.
      Saludos, don Cayetano y gracias.

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  2. Revuelto estaba el panorama político español en 1834 y peor se pondría para los frailes cuando, poco tiempo después, llegara Mendizábal con su desamortización.
    Saludos D. Ángel

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    1. Cuánta razón tiene, doña Ambar. Mañana seguiré, si está de Dios, hablando de frailes y de liberales, que la historia no ha terminado.

      Gracias por sus palabras. Un saludo.

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    2. Mañana no, doña Ambar, el día 8 de diciembre es cuando, si todo va bien, actualizaré el blog.

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  3. Parece nuestro sino, en cualquier orden, andar resueltos en dos grupos rivales siempre.
    Un saludo.

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    1. Es el genio celtibérico, aunque toda Europa estaba muy soliviantada por aquellos años.
      Mis saludos y muchas gracias, señor DLT.

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  4. Qué curioso eso de que: "al ser interrogados por las autoridades", "dieron muestras de gran locuacidad". Seguro que incluso, a los que tuvieran voto de silencio.
    Saludos.

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    1. Si discutían de legitimidades y de política no podían ser muy silenciosos. Además los cristinos parece que eran muy habladores.

      Saludos y muchas gracias, doña Ana María.

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  5. Hola, buenos dias:
    Como muchas veces, hoy e saldo a pescar y mira! he pescado este blog que ademas haba de Pegalajar el pueblo de mi Padre!
    Es un placer leer acerca de la historia de Jaen, me ire acercando y comentando con tu permiso
    SAludos cordiales desde Sant Fost, Barcelona
    Clubdels100ipico.blogspot.com

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    1. Pues me alegra mucho que nos hayamos encontrado, señor Almagro. Ya sabe usted que sus comentarios serán muy bienvenidos. Pegalajar es un pueblo muy querido por todos los vecinos de Jaén. Y con un entorno natural envidiable.

      Muchas gracias y saludos.

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