martes, 5 de junio de 2012

TAUROMAQUIA E IMPUESTOS EN EL SIGLO XVII

UN ESPAÑOL EN LOS REINOS DE CASTILLA pagaba los servicios ordinario y extraordinario, alcabalas, el chapín de la Reina, los impuestos de millones, arbitrios municipales, sisas, diezmos, primicias, tercias, la bula de la Santa Cruzada, portazgos, censos y moneda forera. Y no está completa la lista. Los arrendadores de impuestos y ejecutores se abalanzaban sobre los pueblos como aquella langosta que señoreó los campos en 1620 o en 1672. Ni los toros se libraban de la voracidad de la Real Hacienda. En 1661 el Cabildo municipal de Jaén, ciudad arruinada, quebrada y quebrantada en aquellos años, escribió una carta a sus procuradores de Cortes. Pedía que no se cargasen con sisas los toros de lidia al ser ésta una "fiesta en que la república está tan interesada" y por constituir tal carga el medio para la segura desaparición de la tauromaquia para "gran desconsuelo de los vecinos". Es notorio que la afición debía de ser muy grande para que los regidores de Jaén, algunos de ellos probados caballeros en plaza, se dirigieran nada menos que a las Cortes. Preferible era que las sisas gravasen otros ramos. Sin épica las penalidades eran mucho más difíciles de sufrir.

6 comentarios:

  1. Asusta comprobar la cantidad de impuestos, estando exentos los nobles y la iglesia.
    No muy diferente de ahora, si le sumamos la casta política.
    Un saludo.

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  2. Es curioso que en Béjar, cuando se corrían toros por la fiesta de la Transfiguración de la parroquia de El Salvador (en la Plaza Mayor) o por la patrona la Virgen del Castañar (en su antigua plaza de toros datada en 1711) los toros eran comprados por los abades o mayordomos de la fiesta y su carne se vendía, entregándose lo obtenido a las cofradías.
    Saludos

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  3. Muchas eran las necesidades en aquel siglo en la que España trataba de mantener a duras penas un Imperio acosado por sus enemigos, todos.
    Un saludo.

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  4. No es la primera vez que he visto comparar esta crisis con la padecida en el XVII en España. Con todo creo que ellos lo tuvieron peor. La presión fiscal,sin embargo, es mucho más intensa ahora en cuanto a coste efectivo.

    Saludos señor de Valverde.

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  5. Ha sido un medio que, desde tiempo inmemorial, han empleado cofradías y hospitales para obtener fondos. Es una de las razones que alegaban las instituciones de caridad para eludir las distintas épocas de prohibición, como en el XVIII.

    Saludos doña Carmen.

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  6. España se la jugaba...y perdió. Después vino el XVIII que fue de rearme material y moral.

    Saludos señor DLT

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