martes, 11 de septiembre de 2018

DE LA CORTESÍA DEBIDA AL CLERO (1817)

En el tratado de urbanidad de Santiago Delgado de Jesús, editado en 1817, se enumeran las cortesías debidas a los sacerdotes. Siempre se les cederá en la vía pública, el mejor puesto o asiento y, por supuesto el lado derecho o la acera. Si el sacerdote iba acompañado de dos seglares se le reservaba el lugar central. Al hablar con ellos era obligado se mantener la cabeza descubierta hasta que el sacerdote, con insistencia, concediese la debida licencia para ponerse el sombrero. Se considera correcto besarle la mano siempre que lo permitiese. No es admisible tolerar, en ausencia de un sacerdote, palabras que lo desacrediten o desprecien o "contra el estado en general y sus establecimientos, leyes y autoridad; sobre ser descortesía general, se hace sospechoso en la fe". Se trata de un texto editado en pleno reinado de Fernando VII y esta última advertencia no es ninguna broma.

2 comentarios:

  1. Y estas prácticas sde han mantido hasta hace poco tiempo, por cierto, por lo menos en zonas rurales como la mía.
    Un saludo

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  2. Es cierto que, en general, no son formas demasiado arcaizantes, salvo lo de besar la mano que yo sólo recuerdo haberlo visto hace ya muchos años.

    Saludos, y me alegro de saludarla, doña Carmen.

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