LOS NOMBRES DE LA SERPIENTE
Es superstición acreditada el no llamar a las culebras por su nombre. En Andalucía, por ejemplo, se le daban estas denominaciones hasta hace unos sesenta años: conejo, "arrastrá", beata, silbador, la larga, la lisa, el rastril, señora y señorita. Todo para evitar el nombre funesto. Así lo recogíeron Manuel Alvar, Gregorio Salvador y Antonio Llorente en su Atlas lingüístico y etnográfico de Andalucía. Las serpientes han sido siempre causa de funestos presagios. No podía faltar esta aversión en los medios taurinos, donde las supersticiones era moneda corriente. López Pinillos en Lo que confiesan los toreros, da cuenta de lo que, al respecto, le decía Rafael Gómez Ortega, El Gallo:
-Bien. Pero Y lo otro? Las" bichas".
-Nómbrelas por zu nombre, zin miedo, que no me importan.
Sus enemigos, con la peor intención, se las lanzaban a los ruedos o se las enviaban a los hoteles donde se alojaba. Decía el gran torero: en toa Ezpaña me laz han tirao.
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Buenos días:
ResponderEliminarEs muy curioso lo que nos cuentas hoy. No sabía que hubiera en el mundo del toreo una fobia particular a las serpientes.
Muy curioso. Pasa un buen día. Un saludo.
Tengo familia en Andalucía y es cierto lo de la fobia hacia las serpientes. La bicha, ni mentarla.
ResponderEliminarUn saludo.
Vaya, y yo que hasta las llevo en mi escudo de armas...
ResponderEliminarSaludos.
Comprendo muy bien a los toreros porque reconozco que también yo siento fobia por "las bichas".
ResponderEliminarSaludos
Por aquí no tengo conocimiento de que se las llamase de un modo especial, pero es un buen moemento para indagar algo más sobre tan interesante tema.
ResponderEliminarUn saludo
La maldición bíblica a pesado mucho en todo ello.
ResponderEliminarUn saludo.
Así era, aunque no necesariamente en todos los toreros se daba esta prevención hacia las serpientes.
ResponderEliminarSaludos, Anónimo Castellano.
Es, con todo, una creencia que casi ha desaparecido.
ResponderEliminarSaludos, don Cayetano.
Como animal heráldico debe de ser antiquísimo.
ResponderEliminarSaludos, señor de Dissortat.
Nunca deja indiferente ver un culebrón reptando por el monte.
ResponderEliminarSaludos, doña Ambar.
Seguro que obtiene usted datos de gran interés al respecto.
ResponderEliminarSaludos, doña Carmen.
Es un animal que despierta sentimientos atávicos.
ResponderEliminarSaludos, señor DLT.