jueves, 2 de febrero de 2012

FELIPE II, MADRID Y EL PATINAJE



El 22 de febrero escribía Felipe II a su hija la Infanta Doña Catalina Micaela, casada con el duque de Saboya, y le daba cuenta del tiempo en Madrid . Decía el Rey: "ha helado y nebado aquí tanto, que no lo podríades creer; mas ha sido de manera el hielo, que en los estanques de la casa del campo se ha andado en patines un mes entero muy bien, y dos vezes  los fuymos así como esto y otras cosas os deve aver escrito vuestra hermana". Un panorama que más parece de Flandes o de Alemania que de la España interior.
Además no deja de producir extrañeza toda esta gente patinando en Madrid, alborozada quizás y dada a realizar piruetas más o menos descompuestas. Sería, claro está, juego de muchachos que no de gente principal. Es asimismo de admirar que el Rey, dejando a un lado los asuntos de Flandes, las estrecheces de la Real Hacienda o el mal recuerdo de la Jornada de Inglaterra, dedicase unos minutos a describir el ambiente  festivo de aquellos inviernos. Bien está que así fuese.

16 comentarios:

  1. Que tuvieran patines demuestra que no eran raras las heladas. Creo que en esos años empezó la pequeña edad de hielo, así que quizás sea ese el motivo de las grandes nevadas que explicaba Felipe II.
    Saludos.

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  2. Muy acorde con estos días de frío extremo. Parece que siempre ha sido algo cíclico, puesto que se conocían semejantes heladas en el Madrid del XVI.

    Buenas noches

    Bisous

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  3. Como no iba Felipe II, con el amor que sentía por sus hijas, contarlas detalles agradables o extraordinarios de la vida cotidiana.

    De los comentarioas también se aprende y ahora voy a ver si lo hago de "la pequeña edad de hielo" que dice Amaltea.

    Saludos.

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  4. Lo que usted afirma es muy lógico doña Amaltea. Es también cierto que al parecer fueron años muy fríos los del siglo XVI y XVII. Recuerdo ahora algunas noticias al respecto de Jerónimo de Barrionuevo, de mediados del seiscientos.

    Gracias por su comentario. Mis saludos.

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  5. Así es Dame Masquée. Quizás todos estos temores sobre el cambio climático puedan atenuarse si se estudia el clima en el pasado. No dejaríamos de encontrar grandes sorpresas.

    Mis saludos y muchas gracias por su comentario.

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  6. Lo que usted tan bien afirma se percibe en la correspondencia del Rey. Y bien puedo decir que ustedes con sus comentarios prestigian este blog. Quedo muy agradecido por tener tertulia tan ilustrada gracias a ustedes.

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  7. O sea que lo de la ola de frío no es solo de ahora. Desde siempre ha hecho en Madrid un invierno riguroso.
    Un saludo.

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  8. Debió ser un invierno gélido el de aquel año. Es bastante tiempo todo un mes, y lo que quedara, helados los lagos hasta el punto de permitir esos juegos en su superficie.
    Y estoy de acuerdo con la mayoría sobre la sucesión de ciclos. No es Valencia ciudad de muchos fríos, pero desde que era colegial no he vuelto a ver un charco de agua congelada en el centro de la ciudad. Un saludo cordial.

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  9. Si mi memoria no me falla juraría haber leído que muchos de estos patinadores eran holandeses y flamencos, ligados a la real casa y corte, que, cuando la meteorología se lo permitía, salían a patinar en los estanques de palacio. Incluso se dio el caso de morir alguno de ellos por quebrarse el hielo.
    Saludos

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  10. A todos nos pasa lo mismo (¡incluso a Felipe II!) Lo que más me gusta de los días de nieve es que la gente parece un poco más feliz en el autobús. Quizá es porque aquí nieva pocas veces. Me gusta que la gente parezca feliz. Mira hacia la calle, comenta cosas. Por un momento, los pasajeros del autobús, contagiados de los niños, dejamos de ser un puñado de zombis perdidos en sus tristes pensamientos y ajenos a lo que pasa alrededor.
    Saludos. Ojalá nieve aquí mañana;-)

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  11. Es evidente que han existido inviernos muy duros en tiempos pasados. Y que los hechos insólitos, en cuanto a cuestiones meteorológicas,no son asuntos sólo de ahora.

    Saludos don Cayetano.

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  12. Así es señor DLT. El invierno en el siglo XVI debía de ser, además, un trago mucho más duro que ahora.Los pobres,en concreto, lo pasarían muy mal al estar mal abrigados y peor comidos.

    Saludos.

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  13. Tiene toda la lógica lo que usted dice. He matizado en ese aspecto el texto de la entrada. Que hubiese tipos animosos dispuestos a jugar en el hielo no es raro, si es más extraña la posesión de patines. Por mi parte he revisado, a lo largo de los años, numerosos inventarios del XVII y no recuerdo haberlos visto citados nunca.

    Saludos doña Carmen.

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  14. Nunca nos deja indiferentes la nieve. Es cierto. Pasamos con las nevadas, por otra parte, de la euforia al fastidio: resbalones, problemas en la carretera, etc. No es nuestro elemento. Con todo es un privilegio ver caer los copos.

    Saludos doña Olga.

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  15. Qué lástima que ningún pintor se atreviera a reflejar tan pintoresca imagen, porque imaginarlo resulta muy muy extraño..., :D

    Un saludo!

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  16. Si hay, como usted bien sabe, no pocas pinturas con patinadores pero de origen flamenco.

    Mis saludos.

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