domingo, 23 de septiembre de 2018

LA COSTUMBRE ESPAÑOLA



El rivalizar era entonces para dejar la derecha a los superiores, o la delantera al cruzar un paso o atravesar una calle. Al llegar a casa era obligado -como pide aún la costumbre española- invitar a todos los acompañantes a entrar en ella, a beber algo, lo que los demás debían rechazar con toda cortesía; entonces era forzoso acompañarles un poco más, todo entre corteses resistencias.

(Johan Huizinga, El otoño de la Edad Media, 1ª Ed., española, 1930).

4 comentarios:

  1. ¡Al menos había cortesía, aunque no fuera sincera pero tenía su mérito, peor es la chulería en quien sea!. Saludos Cordiales.

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  2. La cortesía nunca puede faltar.
    Saludos cordiales también para usted.

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