jueves, 24 de noviembre de 2016

VAGABUNDO NOCTURNO DE PROFESIÓN



"Vagabundo nocturno de profesión, conozco todos los ruidos, las sombras y las luces nocturnas: sé cuántas formas toma la sombra de los árboles y de las casas, según la luna las traza, las prolonga ó las recoge, desde que sale hasta que se pone. Sé los infinitos ángulos y triángulos que trazan los hierros de los faroles, los brazos de las cruces y las siluetas de las chimeneas; conozco todos los cuadros de luz que estampan sobre el oscuro y húmedo empedrado de los balcones alumbrados de las casas en que se vela ó se baila, de las puertas que se abren para despedir a los contertulios á la luz de la bujía, farol ó linterna; todos los huecos de sombra de los postigos abiertos y cerrados con precaución y á oscuras para recibir ó despedir a los amantes; todos los rumores de las pisadas que se acercan ó se alejan con resolución ó con miedo, de las del adúltero escurridizo ante la hora de la vuelta del marido; del jugador ganancioso y del hijo de familia retrasado; del ratero y de la buscona, del centinela y del médico; mis leyendas están llenas de esas noches, y yo tengo ciertas pretensiones de ser un poeta nocturno, rico de nocturna y pormenorizada observación; todas mis comedias comienzan de noche y de noche se han concluido".

 (José Zorrilla, Recuerdos de tiempo viejo, 1880)

*La ilustración: Carl Gustav Carus, "Mondscheinlandschaft" (1830) vía @JuananUrkijo

9 comentarios:

  1. Y quién mejor que Azorín, el minucioso, el meticuloso, el retratista de los mínimos detalles, el que pinta con palabras llenas de sencillez, para describir esto.
    Un saludo.

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  2. Y resultó que no era Azorín, sino Zorrilla. Mis excusas.

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  3. Desde luego que era "rico de nocturna y pormenorizada observación". Algo de inquietud produce, aunque no se sea ni un ratero, ni un adúltero, ni un amante; pensar en un profesional de la nocturnidad vigilando nuestros pasos, nuestras ventanas, nuestras luces y nuestras sombras.
    Saludos D. Ángel

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    1. Mejor en su casa, desde luego, pero tenía que inspirarse. Los románticos, ya se sabe.
      Saludos y gracias, doña Ambar.

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  4. Atractiva vocación la de veedor nocturno, sugerente y desconocida para mí, que me gustaría experimentar en una noche de vagabundeo.
    Vaya maestría la del pintor que nos trae, con ese punto de luna cayendo en vertical sobre el madero. Un saludo

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    1. Es un texto muy sugestivo. Escribía muy bien Zorrilla.

      Gracias por su escrito, doña Ana María.

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  5. Alguna característica positiva tendrían que tener los vagabundos de la época y no muy lejos de ellos los serenos, figuras imprescindibles de la nocturnidad urbana.
    Un saludo

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    1. Era muy diferente la noche de aquellos tiempos. Cerrada como boca de lobo.

      Saludos, doña Carmen y gracias.

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