domingo, 14 de junio de 2015

LOS POBRES DEL HOSPITAL Y LOS TOROS

Los hospitales eran lugares para recoger a desgraciados y moribundos sin casa ni cobijo digno. Nadie se ocupaba de esta tarea salvo los frailes y las instituciones religiosas. Así ha sido y así es en buena parte del mundo, incluso más cerca de lo que pensamos. Morirse tirado en la calle o en un camino no era cosa insólita hace trescientos años. Los hospitales solían estar financiados por medio de mandas caritativas, patronatos y asignaciones municipales. No siempre, sin embargo, estos ingresos eran suficientes y los procesos inflacionistas dejaban en poco las rentas asignadas, muchos años atrás, para su sostenimiento. Lo que se obtenía se gastaba en médicos, cirujanos, medicinas, jabón y mantenimientos. En julio de 1725* llegaba al Cabildo municipal de Jaén la noticia de cómo el Hospital de San Juan de Dios carecía de camas suficientes para el elevado número de enfermos que albergaba. Los hermanos de la Orden que los atendían tuvieron, incluso, que ceder las suyas. No eran éstas, además, las únicas penurias padecidas. Informados los regidores de Jaén, decidieron ayudar a los religiosos "ya sea pidiendo diariamente por las calles por los señores veinticuatros como en otras ocasiones han hecho" o de otra forma. Un remedio habitual, y muy trabajoso por cierto, era organizar "algún día de regocijo de toros y aplicar el producto de la plaza a dicho hospital" y, de hecho, fue lo que se decidió. Lo de ir por las calles de Jaén pidiendo donativos, justo es reconocerlo, no era para individuos tan orgullosos y envarados, con muy poca gracia para estos cometidos. La celebración de festejos taurinos era, además, un recurso frecuente para recaudar fondos con fines benéficos y vigente hasta hoy.
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*Archivo Municipal de Jaén, Actas del Cabildo municipal, 27-7-1725.

10 comentarios:

  1. De ahí también lo de los conciertos o encuentros futbolísticos benéficos de la actualidad.
    Todo sea por la causa.
    Un saludo.

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    1. No es nada nuevo, es verdad. Viejos hábitos y tradiciones.
      Saludos, don Cayetano.

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  2. Hoy son los presupuestos con cargo al erario público los que se ocupan de esto, pero aún se mantiene l la tradicional Corrida de la Beneficencia. Casi un milagro,
    Un saludo.

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    1. Tiene usted razón, con todo no siempre el presupuesto del Estado cubre todas las necesidades. Nada más tradicional que asistir a un festival taurino por alguna motivación benéfica. Saludos, señor DLT.

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  3. Interesante lo que cuenta. Gracias a esas prácticas recaudatorias, que además en Barcelona se ampliaban con el alquiler del Teatro Principal, propiedad del Hospital de la Santa Creu, fue recogido y atendido Antonio Gaudí tras sufrir el atropello del tranvía que le costó la vida.
    Saludos

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    1. Ilustre institución, doña Ana María. Cuántos hospitales e instituciones de caridad se han financiado de esta manera. Mis saludos.

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  4. Por estos lares también era cotidiano que se festejasen y corriesen toros para obtewner dinero. Sin ir mñas lejos, nuestra plaza de toros del Castañar, concluida en 1711 como sabrás en piedra, se financió con los festejos que se corrían en el anterior coso, levantado en el mismo lugar varias decenas antes con madera.
    Un saludo

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    1. Una de las plazas más antiguas de España. Si se considera, era un medio muy ingenioso y moderno para recaudar fondos. Saludos, doña Carmen.

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  5. Y mire usted qué poco ha cambiado el asunto porque la indigencia, la miseria para disminuirla requiere el esfuerzo y la buena voluntad de instituciones, pero también de quienes pasan por ahí y echan una mano, sin contar las muchas organizaciones religiosas o no que se dedican a suavizar -si es que es posible- el sufrimiento ajeno.

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    1. No todo puede ni debe estar a cargo del Estado. En aquella época, además, era imposible por una absoluta falta de medios e infraestructura. La generosidad o la compasión de cada uno, en el mejor sentido, será siempre insustituible.

      Saludos, doña Amaltea.

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