A veces estos riesgos no son, en sentido estricto, digestivos. Es lo que podemos deducir de una escritura notarial de 1769 por la que sabemos que Juan de Montilla, vecino de Jaén mantuvo una querella con unos sujetos "por aver herido al otorgante la madrugada del dia seis de septiembre del año proximo de sesenta y ocho en el sitio de la Fuente de la Zarza, donde estaba guardando un melonar suio propio por impedir a dos hombres que en el estaban cojiendo melones". Debió de recibir algunos palos. La defensa del melonares y huertas era frecuentemente de pesadumbres muy ruidosas. No es la primera noticia que encuentro, al respecto, en papeles de archivos.
Archivo Histórico Provincial de Jaén, legajo 2146, folio 15, 1769
Pues a mi también me hubiesen dado algunos palos ya que me gustan muchísimo los melones.
ResponderEliminarUn abrazo.
El melón es fruta que congrega a los más decididos partidarios. Es comprensible.
ResponderEliminarMis saludos y perdone lo tardío de lo respuesta.