lunes, 7 de abril de 2014

CORSARIOS ESPAÑOLES



La actividad de los buques corsarios españoles fue muy notable a finales del siglo XVIII e inicios del XIX. Eran tiempos difíciles, cuando España se enfrentaba a Inglaterra y sufría los efectos de las desafortunadas y descaminadas alianzas con la Francia republicana y bonapartista. Sin abordar -nunca mejor dicho- cuestiones de política exterior, de las que ya habrá tiempo de tratar, menciono a continuación algunos nombres de buques y capitanes que navegaron y combatieron en aquellos años. Desconocidos y olvidados, es cierto, pero todos con un pasado de riesgo, valor y aventura. Los datos están tomados de distintos números de El Correo de España y sus Indias  que daba cuenta, en esos días, de tales lances. Cito los nombres de los buques y capitanes tal y como aparecen en el citado boletín. Comencemos en la Navidad de 1792 cuando atracó en el puerto de Vigo El Repenillo tras haber apresado al Vivees, un bergantín inglés que faenaba en aguas de Terranova. El 16 de agosto de 1793 llegó a Liorna un bergantín corsario español de 16 cañones y cien hombres de tripulación, escoltaba a una polacra española. En 1796 era muy activo el corsario Santo Cristo de la Victoria, que capturó un buque norteamericano y dos ingleses y los condujo al puerto de Vigo. El seis de abril de 1795 atracó en el puerto de Santander el Neptuno, un quechemarín al mando del capitán don Francisco Oliver, tras capturar una galeaza danesa llamada Pedro Verf. En el verano de 1796 navegaba, al mando del capitán don Andrés Villalta, el Señor San José. Otro corsario de aquellos tiempos era el Santa Catalina. A finales del invierno de 1797 zarparon del puerto de Málaga el jabeque Príncipe de la Paz - de mal nombre-  al mando de don Juan José Cucullu y el El Relámpago con su capitán don Mariano Piña. Este buque fue célebre y admirado por sus hazañas. En el mismo año, don Manuel Spiteri mandaba el jabeque La Venganza que partió a la aventura puerto de Cádiz. Este barco no debe confundirse con otro francés de igual nombre y también dedicado al corso. Entre febrero y marzo de 1798, don Manuel Fernández, capitán de Nuestra Señora del Rosario -conocido también con el goyesco nombre de El Bolero- capturó la fragata inglesa María, de Londres, cuyo capitán era Guillermo Bruchet. En junio de ese año el buque corsario El Cornel mantuvo un recio combate con otro inglés al que derrotó. La acción tuvo lugar sobre la derrota de Cartagena a Ibiza, costándole la vida a su capitán don Pedro Sala. En enero de 1799 atracó en Bayona de Galicia El Diligente, al mando de don Juan Barroso. Había abordado y capturado, tras un duro combate, un bergantín inglés con 3.500 quintales de bacalao. Se estuvo repartiendo estopa durante dos horas. Debemos indicar que El Diligente llevaba ya siete presas en su historial. En el verano de 1799, el corsario La Felicidad abordó la goleta británica Hau, mandada por el capitán Henry May, y conducida al puerto de Vigo. En el mismo año navegaba en el Estrecho de Gibraltar, en espera de hacer alguna captura, El Escorpión al mando de don Francisco de Paula. En ese año navegaban el capitán don Bartolomé Ferrer, creo que ibicenco, y su buque La Vigilancia. En enero de 1800 La Ventura era gobernada por el intrépido don Manuel Collado, con amplio historial de capturas. En dicho año hubo mucha actividad corsaria en las costas gallegas. Recordemos al  Nuestra Señora de las Nieves, "el corsario español del comercio de Santiago", al buque El Magnífico y al San José y las Ánimas, cuyo capitán era don Manuel de Avendaño. Capturaron varios bergantines ingleses. La presa hecha por Avendaño fue el Susana "procedente de Irlanda, con carga de manteca y caxones de lencería para Lisboa". También atracó en Bayona el San Francisco Javier, conocido como El Espadarte. Fue su capitán don Lorenzo Olveyra. El Santa Victoria, llamado asimismo La Fortuna, apresó al bergantín inglés Lord Petre, de 130 toneladas. Su cargamento se subastó en Camariñas, en concreto 700 quintales de goma arábiga y un cajón de dátiles. Su armador era don José Roura y Sola, del puerto de Vigo.

8 comentarios:

  1. Algunos hacen de su vida una aventura corta y peligrosa.
    Saludos.

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  2. Y sin embargo hubo corsario mucho antes que de esta época. Ya durante el siglo XVII S.M. Católica otorgó patente de corso a varios hombres de mar para combatir a los holandeses e ingleses en el Mar de Norte (no todos los corsarios actuaban en tierras paradisíacas de los mares del sur o el Caribe)...y de hecho Ostende se convirtió en un nido de corsario hispanos que hicieron mucho mal a los rivales del Rey de España.

    Un saludo

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  3. Cada uno de los nombres de esos barcos españoles daría para una novela de aventuras. Y si entonces se hieron célrebes hoy no son más que humo. La gloria es efímera.
    Un saludo

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  4. Interesabtísima su entrada de hoy, y aventurera.

    ¡Salud!

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    1. Quedo muy agradecido, señor de Dissortat. Estoy seguro que en su Reino de Valencia no faltaron tipos decididos y dedicados al corso.

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  5. Son unas referencias muy valiosas, Carolus Rex. ¿Ha escrito usted algo al respecto?.

    Mis saludos.

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  6. Desde luego. ¡Qué nombres!. Ser corsario en el San José y las Ánimas. Eso justifica una vida.

    Saludos, doña Carmen.

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