miércoles, 19 de marzo de 2014

DE LO PROSAICO DE LA GUERRA

En Algo de mí mismo Kipling destacaba la importancia de situar bien las letrinas en los campamentos. Lo había aprendido en la Guerra de los Boers. Era natural esta preocupación. Las bajas causadas por el tifus, el cólera y otros males podían superar a las originadas por los combates. Dos siglos antes el conde de Montemar aconsejaba construir las letrinas a unos 300 pasos de las últimas tiendas del campamento. Las llamaba, con toda corrección, lugares comunes. Además recomendaba "que cada quatro días en verano, y cada ocho en invierno se renueven, cubriendo los hechos, y se castigará al soldado que no fuere a ellos con el cuidado que merece; por ser cosa de que depende la salud del Campo." No podemos dejar de resaltar la finura demostrada por el militar para referirse a ciertas miserias humanas con el nombre de hechos. Hay realidades que las personas bien educadas, como nuestro Conde, no tienen -necesariamente- que llamar por su nombre. Aconsejaba además: "estos lugares comunes se forman haciendo un zanjón, y poniendo dos orcones, y un madero que descanse sobre ellos." Imaginamos al caballero dirigiendo, a una prudente distancia, las obras de tan necesario artificio.

Conde de Montemar, Avisos militares, 1718, Imprenta de Pedro Marín, Madrid 1773.

7 comentarios:

  1. Seguro que el bueno de don Francisco de Quevedo, con su humor, hubiera llamado a los "hechos" de mil maneras distintas, no todas ellas tan educadas como el señor conde de Montemar.
    Un saludo

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  2. Tanta finura en el conde de Montemar me asombra. Y es que el lenguaje lo es todo para hablar de ciertas cosas o "hechos".

    ¡Salud!

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  3. Sí era fino nuestro conde. Sabias medidas las suyas de mantenerse a distancia prudente de determinados hechos.
    Saludos.

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  4. Lo admirable, señor de Dissortat, es que se ocupase de asunto tan delicado y que lo mencionase en un tratado.

    Mis saludos y mis disculpas por la tardanza en la respuesta.

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  5. Sensatas, sin duda, señor de la Terraza. Era buen conocedor nuestro conde de la realidad de los acuartelamientos y campamentos.

    Mis saludos y reitero mis disculpas por la tardanza de mi comentario.

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  6. Hay que verlo también desde el punto de vista de la salud pública. Un eficiente saneamiento evita muchas bajas, por contaminación y epidemias.

    Saludos

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