domingo, 19 de enero de 2014

POBRES, PÍCAROS Y JUROS



Es sabido que muchos pobres recurrían a la picaresca para sobrevivir. Pérez de Herrera en su Amparo de pobres, advertía de la astucia de los pedigüeños. En El lego del Carmen, de Agustín Moreto, aparece un personaje que muestra algunas técnicas para ejercer, con razonable eficacia, la mendicidad. Lo primero, decía, era pedir con un "tonillo" adecuado pues "eso lastimará  a quien llega a oíllo". Lo suyo era hacerlo en falsete o contralto "que este es de los ochavos el asalto". No venía nada mal hacerse unas úlceras en la pierna con algunas hierbas apropiadas para tal uso, universal e infalible recurso para que cayesen, decía el pícaro, "mas cuartos que en taberna". Afirmaba, además, el muy ladino: "¿Pues hay renta más fija que dos llagas? / Pobre hay que no las diera si son finas / por un juro/ aunque sea de salinas". Tampoco sería para tanto,  la pobreza era pavorosa y por muchas argucias que pusieran los mendigos en juego difícilmente obtendrían ganancias de consideración. Unos cuartos para ir tirando por pueblos y caminos flanqueados por malas palabras, fríos y desasosiegos.

Los juros mencionados por el pobrete constituían una inversión muy frecuente en la España de los Austrias. A cambio de un préstamo realizado a la Real Hacienda, ésta se comprometía a pagar unos réditos procedentes de determinadas rentas reales. Fueron una fuente de ingresos muy apreciada aunque en el siglo XVII, la quiebra de las finanzas reales condujo a reducciones, quitas y atrasos en los pagos con gran contrariedad para los propietarios de dichos títulos.

6 comentarios:

  1. La mendicidad y los "vagamundos" (como se decía en la época), fueron un gran problema de aquella España del Siglo de Oro. La picaresca fue una salida bien conocida por la literatura, muchos otros acabaron, en época de falta de hombres, enrolados, voluntaria y sobre todo obligatoriamente, en los ejércitos de S.M. Católica...una forma útil de limpiar las ciudades de estas gentes.

    Un saludo

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  2. La pobreza era tan pavorosa que los padres estaban dispuestos a cegar a sus hijos para que pudieran pedir mejor y dieran más lástima.
    Un saludo

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  3. Era una práctica frecuente en la Europa de la época, como usted bien sabe. Otra cuestión era la eficacia de esa tropa.

    Saludos cordiales, Carolus Rex

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  4. La vida era terrible. Y, frente a lo que muchos creen, la crueldad mucho más intensa y frecuente que en estos tiempos.

    Saludos cordiales, doña Carmen.

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  5. La vida en esa España del barroco debía ser terrible para la mayor parte de la población, no sólo los pobres, cuyo ingenio se agudizaba con el hambre. También para innumerable tropa de religiosos e hidalgos dignos, pero pobretones. Un imperio tambaleante, con soldados fuera y pobres dentro, pero también artistas como el mundo no ha vuelto a ver.
    Un saludo.

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    1. España fue una gran potencia militar y cultural pero, frente a lo que muchos creen, nunca fue próspera. Riqueza había en los Paises Bajos, en los grandes puertos alemanes, en Italia, pero no en España. Además, ser pobre era para la mayoría de la gente lo normal.

      Muchas gracias por tu escrito, amigo DLT

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