jueves, 5 de septiembre de 2013

EL MAL GENIO DE UN RACIONERO

Pedro de Segura era racionero en Jaén. De vez en cuando se zafaba de los cabildos catedralicios. Serían largos para él y siempre era preferible ir al campo con los galgos,sestear en la solana de su casa o tañer la vihuela. A lo mejor, Pedro de Segura, prefería dedicar su tiempo a leer a Virgilio, auxiliar a desgraciados  o a rezar. No sabremos nunca si era santo o pecador, piadoso o perdulario. Es lo que tiene el haber vivido hace casi cinco siglos. Su manga ancha le costó la benévola multa de un real y ser llamado a capítulo. En junio de 1543 se presentó el Racionero ante el Cabildo. No pudo sufrir las amonestaciones ni el gesto severo, o divertido, de los prebendados. Se disparó como una escopeta y a voces dijo que a otros no los castigaban porque eran gordos y a él sí porque era flaco lo ejecutaban. El deán de la Catedral le mandó callar y el racionero siguió enfurecido, destemplado.y crecido. Fue sancionado a un mes de falta y a no entrar a los cabildos en diez años. Diez años en el siglo XVI era toda una vida. Ahora tampoco es una broma.

 Días después pidió perdón y todo quedó en nada.

El incidente en: Pedro de Jaén, "Papeles Viejos", Senda de los Huertos, 21, 1991)

6 comentarios:

  1. Olé sus narices.
    Muy osado para aquellos tiempos.
    Ir por libre y no seguir al rebaño podía haberle costado caro.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Eso de que no te dejasen entrar en el cabildo durante diez años en aquellos tiempos debía de ser para dejarte marcado de por vida.

    Muy interesante. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. No deja de inspirar simpatía nuestro racionero. Se intuye en él un espíritu libre...y malhumorado.

    Saludos, don Cayetano

    ResponderEliminar
  4. Era acabar con su carrera en el clero, si es que tenía alguna posibilidad dado su carácter y hábitos.

    Mis saludos, Anónimos Castellanos

    ResponderEliminar
  5. Pues sí tenía genio, pero al fin de grado o por necesidad, pidió perdón. Diez años eran muchos años.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Era para recapacitar. El enojo le resultaría demasiado caro. Además, creo yo que no les faltaba razón a los capitulares para llamarlo al orden.

    Saludos señor de la Terraza

    ResponderEliminar