martes, 9 de julio de 2013

PERSECUCIÓN DE VAGOS

Fue propia de la mentalidad ilustrada la defensa de la ética del trabajo y la persecución de la vagancia. En siglos anteriores, los mendigos -siempre que no fuesen vagabundos o desconocidos- no eran considerados como parásitos ni, necesariamente, como maleantes. Había, incluso, una ociosidad respetable a la que aspiraban todos los que tenían pretensiones nobiliarias. Con el siglo XVIII todo comenzó a cambiar. Así, en 1771 el corregidor de Mancha Real, Reino de Jaén, fue la pesadilla de Tomás de Ávila. Era éste un mozo de veintidós años de edad al que el Corregidor "mal instruido de algunos vecinos" apresó y puso a buen recaudo "haviéndole agregado al real servicio". Dispuso el representante de la autoridad real que se convirtiese en soldado. El motivo era considerar a Tomás de Ávila "en la clase de vago y mal entretenido". La madre del susodicho negó, ante la Real Chancillería de Granada,  tal acusación pues, muy al contrario, el potencial recluta era "de genio eficaz para el trabajo,se a ejercitado en el de la agricultura desde pequeño hasta la edad en que se halla". Era la cara agria de la Ilustración:  la de no dejar a la gente en paz.


8 comentarios:

  1. Si no me equivoco, esta antipatía hacia el menesteroso procede de la mentalidad luterana, que tenían un concepto del trabajo muy diferente al que se da por estos lares.

    Es curioso el oficio que le quiso buscar el Corregidor a Tomás de Ávila.

    Que pases un buen día. Un saludo.

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    1. Asì es. Luterana y calvinista. También estaba la mentalidad ilustrada en la que la idea de la utilidad pública y la condena de la vida ociosa tienen una importancia primordial. No dejaban de tener razón los ilustrados, aunque sus métodos y sus experimentos de ingeniería social eran poco respetuosos, en muchos casos, con la libertad individual.

      Gracias por vuestro lúcido comentario.

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  2. ?No podía buscarle profesión más peligrosa ese corregidor? ¡Pobre zagal, soldado nada más ni nada menos!

    Salud

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  3. Precede de antiguo y hasta hace bien poco había leyes, por cierto promulgadas por gobiernos republicanos del siglo XX, persiguiéndolos.
    Un saludo.

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  4. Lección que luego será bien aprendida en la Inglaterra victoriana...
    Un saludo

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  5. El cambio era tremendo. De la vida regalada a los rigores de la milicia. Y de soldado raso.

    Saludos señor de Dissortat

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  6. La ley de vagos y maleantes que, al parecer, se atribuye a Azaña.

    Saludos DLT

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  7. Tiene una raíz común esta medida. La identificación del ocioso pobre con el delincuente o el parásito social. Tremendo. Respecto a recultar soldados y marineros entre indigentes eta práctica muy extendida en esos tiempos.
    Saludos doña Carmen.

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