lunes, 8 de julio de 2013

EL REFRESCO DE LOS MAESTRANTES

En los siglos XVII y XVIII se llamaba refresco al alimento moderado o refrigerio que se tomaba para reparar fuerzas o a modo de colación. Había un  refresco sencillo compuesto de queso y vino. Era propio de  gente del campo. Otro tipo, más refinado, se servía con bebidas frías, dulces y chocolate. El beber frío era obligado y muy del gusto de todos los españoles de la época, muy dados a frecuentar las botillerías. La polémica sobre si era bueno o perjudicial ingerir bebidas heladas se mantuvo durante siglos. Para enfriar las bebidas se traía nieve de las sierras cercanas y se vendía en los mercados -como producto de primera necesidad y a precios populares- durante el período estival. En los Anales de la Plaza de Toros de Sevilla del marqués de Tablantes se dan cumplidas referencias de los refrescos ofrecidos por los maestrantes a los invitados a los festejos taurinos. En 1730 consta que " los diputados gastaron en su balcón 50 libras de dulce a tres reales, tres garrafas de frío a 25 y otras 3 de agua clara a 3 reales". En las cuentas de 1734 se da cuenta del gasto en los siguientes agasajos: 16 arrobas de bizcochos, de diversas calidades, a 29 cuartos la libra, y ocho libras de panales de espumilla del maestro confitero José Gutiérrez. Costó el refresco 1.114 reales, a lo que había que añadir 980 más de 32 garrafas de helados. Los panales- que también aparecen en las cuentas de 1737, 1740 y 1741- eran azucarillos o panes de azúcar. En 1740 el dulce, fino o basto, procedía de determinadas confiterías y de las cocinas de algunas mujeres que lo elaboraban con especial esmero.


Los datos sobre los refrescos en: Ricardo de Rojas y Solís, marqués de Tablantes y conde del Sacro Imperio, Anales de la plaza de toros de Sevilla (1730-1835), 1917




4 comentarios:

  1. Es curioso cómo ha variado el significado de esta palabra, que ahora en muchas partes se ha restringido a la bebida (incluso diría que se asocia a la bebida gaseosa en contraposición a otras bebidas frías).

    Lo de la nieve como artículo de primera necesidad es un detalle muy interesante.

    Que pases un buen día. Un saludo.

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  2. Y con el tiempo, la palabra "refresco" ha ido modificando su significado primigenio para designar hoy tan sólo a esas bebidas edulcoradas y generalmente con burbujas. Cosas del lenguaje.
    Y ahora sí que desaparezco unos días.
    Un saludo.

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    1. Que lo pase usted muy bien, don Cayetano y hasta pronto si Dios quiere.

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  3. El refresco, en su versión más refinada, equivalía a las copas y a los canapés de los saraos de hoy. Con dos componentes básicos e imprescindibles para los españoles de antaño: los brebajes muy fríos y el chocolate.

    Mis saludos, amigos Anónimos de Castilla.

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