jueves, 30 de mayo de 2013

FELIPE II Y EL SOL DEL CORPUS

Felipe II gobernando imperios, apartado del mundo, entre memoriales y cartas. A  vueltas con el tiempo y con los grandes espacios.

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"Jamás dexó las horas de sus santos exercicios, y devotas oraciones, y andaba en las procesiones del Santísimo Sacramento la cabeza descubierta: estando en Córdova en una de ellas le suplicaron se la cubriese por el excesivo calor del Sol; y él respondió: este día no hace mal el Sol; aludiendo a lo que havía dicho el Emperador su padre, que ni el Sol del día del Corpus, ni el sereno de la noche de S. Juan ofendían a nadie".

Baltasar Porreño, Dichos y hechos del rey Don Felipe II, 1639 

5 comentarios:

  1. Aunque es llamativo a nuestros ojos, me parece coherente que el personaje que mandó construir el Monasterio de El Escorial, llevase el espíritu religioso de esta manera.

    Un saludo y disfruta de la tarde.

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  2. Sí era, evidentemente, un monarca de profundas devociones.

    Saludos, señor de Dissortat.

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  3. Desde luego. Su devoción era mucho más intensa que la de otros monarcas de su tiempo. Por otra parte, este refranillo que se atribuye a Carlos V, me parece un tanto interesante. Es un contacto con lo popular que no deja de resultar insólito en personaje de tan alto rango.

    Saludos, señores de Anónimo Castellano.

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  4. Profunda muestra de devoción y piedad la de un rey que no se descubría ante nadie a excepción hecha de Dios. Ni los rayos de sol inclementes podían alejarle de su religiosidad.
    Un slaudo

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