sábado, 20 de abril de 2013

SIN TOROS Y CON TEMPORAL

El 10 de mayo de 1754 Fernando VI prohibió los espectáculos taurinos. Así lo dispuso una Real Orden firmada por el Presidente del Consejo de Castilla, don Diego de Rojas y Contreras, obispo de Cartagena. No hubo en Sevilla más festejos hasta octubre de 1759, según consta en los Anales del marqués de Tablantes. El año de la prohibición hubo un huracán que derribó las cercas de madera de la plaza, aparte de otros desperfectos. Los años sin toros contribuyeron a deteriorar gravemente la plaza de Sevilla al pudrirse la madera de los andamios. No perdió la gente, sin embargo, la afición y supo esperar. También quedó maltrecho Fernando VI por aquellos años pues, desde septiembre de 1758, cayó cautivo de melancolías y extravagancias.

Tomo el dato de Ricardo de Rojas y Solís, marqués de Tablantes y conde del Sacro Imperio, Anales de la plaza de toros de Sevilla (1730-1835), 1917

4 comentarios:

  1. Tenía a quién salir Fernando VI. Seguro que ya se le murió Bárbara de Braganza y andaba preso de melancolía como Felipe V. Para suerte de los aficionados al ruedo, vivió poco tiempo.
    Un saludo.

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  2. No sabía yo que los espectáculos taurinos habían estado prohibidos y nada menos que durante un lustro. Paciencia tuvieron los sevillanos.
    Un saludo

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  3. Fue buen rey Fernando VI. En lo de su prohibición de los toros actuó como era frecuente en los círculos ilustrados que se empeñaban en cambiar las costumbres de la gente.

    Reciba usted mis saludos y perdone la tardanza en la respuesta.

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  4. Pues es lo que comentaba con don Cayetano. Desde el siglo XVI había una marcada tendencia antitaurómaca y que fue retomada por los ilustrados.

    Y perdone usted también mi tardanza en la respuesta, doña Ambar.

    Mis saludos más considerados.

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