jueves, 7 de marzo de 2013

CARLOS V AUSENTE DE LA VIDA

Hay renuncias que deparan grandeza. Ortega, en su Meditación de la técnica, describe la retirada de Carlos V como "la más ilustre bajamar registrada por la historia". Una "resaca hacia la nada", decía.  Allí, en Yuste, sin perder del todo su pasión por el poder y el gobierno del mundo -pues notorio que no hizo vida de monje- se dedicaba a contemplar sus relojes. El último rey caballeresco, medieval en muchos de sus valores, en su temperamento, era un hombre moderno en su fascinación por la mecánica y la precisión de los engranajes. También por la atracción hacia el misterio del tiempo que residía, callado, en cada uno de los relojes. Juanelo Turriano compuso para el Emperador un pájaro con alas de metal. Dicen que le gustaba verlo volar por las estancias.

10 comentarios:

  1. En estos tiempos que corren de Papas que renuncian y reyes a los que se les insta a abdicar, recuerdo la figura del emperador, quine cansado y agotado de cabalgar por Europa, decidió retirarse en Yuste del mundanal ruido. Imagino que en aquellos tiempos la cuestión sí que sería impactante para su pueblo y corte.
    Un saludo

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  2. ¿En qué se entretendrá el obispo emérito de Roma?

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  3. Cuán distinta la grandeza de Carlos, el emperador, con la simpleza y pequeñez de otro Carlos, el IV que tuvo España y segundo de los Borbones, que en el exilio romano, también sintió afición por los relojes. Quizás fue en lo único en lo que se parecieron. Un saludo.

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  4. Me ha encantado la frase"hay renuncias que deparan grandeza". Realmente hay que ser muy grande para saber y entender el momento en que se debe renunciar.
    Saludos

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  5. El emperador se había retirado voluntariamente.
    Muy cerquita de Yuste tengo una casa, a veinte minutos o media hora como mucho andando. Cuentan allí los del lugar que cuando Jeromín bajaba al pueblo de Cuacos, los chicos le pegaban y luego subía a contárselo al monarca en su retiro. El de Gante, que libró mil batallas en Europa y que sólo hablaba el alemán con su caballo, comentaba que había ido al monasterio a buscar paz no a pelearse con los lugareños que, por otra parte, eran los que le aprovisionaban de alimentos. Por eso, a los de Cuacos de Yuste se les conoce con el calificativo de "los perdonaos".
    Un saludo.

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  6. A pesar de todo, quizás, ese apartarse del mundo era más comprensible para una mentalidad del siglo XVI que para las nuestras. El poder,en determinados espíritus, puede causar un profundo hastío.

    Saludos doña Carmen.

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  7. No lo imagino entreteniéndose. Es un retiro de dos alemanes - el de Carlos de Habsburgo y el de Ratzinger- al fin y al cabo.

    Saludos señor de Dissortat.

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  8. Son dos mundos, señor de la Terraza, dos mundos...No concibo a Carlos V o a Felipe II(ni al pobre Carlos II) rindiéndose, vergonzosamente, en Bayona. En Carlos V,con todos sus errores y miserias, vemos la grandeza en medio de su soledad. Por eso de lo de Yuste todavía nos impresiona.

    Saludos.

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  9. Así es. Lo expresa usted a la perfección,doña Ambar. El volverse uno hacia adentro para cambiar un Imperio por el alejamiento y el olvido.

    Saludos.

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  10. Es espléndido lo que usted nos cuenta. Los asuntos menudos dándole algún quebradero de cabeza a Don Carlos, a él que tanto había visto.

    Saludos don Cayetano.

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