miércoles, 12 de diciembre de 2012

ZAPATOS BLANCOS



Los llamados zapatos blancos, gran lujo de los elegantes del siglo XVII, estaban confeccionados con cuero de ciervo o de gamo y no con piel de caballo o asno. Estaban cosidos a correa y eran propios de soldados y gente de milicia. Como las plumas en los sombreros. En las Constituciones Sinodales del Obispado de Jaén de 1624, ordenadas por el obispo don Baltasar de Moscoso y Sandoval, se advertía, en relación a los penitentes que participaban en las procesiones, que "ninguno que tenga el rostro cubierto pueda llevar espada, ni daga, ni zapatos blancos" bajo multa de un ducado. Recordemos, además, que al Conde Duque le calzaron botas blancas cuando lo amortajaron.


4 comentarios:

  1. Caros debían ser y no precisamente aptos para andar entre el lodo y la inmundicia que alfombraban las hediondas calles de nuestros pueblos y ciudades. Deducimos entonces que los zapatos blancos eran portados por gentes que recorrían las calles a caballo, en calesa o en silla de manos, por ejemplo.
    Un saludo

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  2. Muy curioso lo de los zapatos con piel noble, como corresponde a caballeros que se precien.
    Algunos no aprendieron en su día la lección esa de no poder llevar arma e ir embozado. Y luego vino el señor Esquilache queriendo cortar capas y chambergos. Y es que somos los de por aquí un poco levantiscos en esto de que nos impongan normas.
    Un saludo.

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  3. Lujosos sí que debían de ser. El sentido de lo limpio y lo sucio es otra cuestión. Lo que sí parece evidente es el creciente interés por el aspecto personal existente en el XVII.
    Saludos doña Carmen.

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  4. Es que los ilustrados a veces no separaban lo público de lo privado. Cuando se empeñaban podían ser unos verdaderos pelmazos.

    Saludos don Cayetano.

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