domingo, 16 de septiembre de 2012

SOBRE MONOS Y GATOS

Los conquistadores llamaban gatos a los monos. "Los gatos estaban dando gritos sobre los árboles" escribió Cabeza de Vaca en sus comentarios. Como gatos monillos aparecen citados por Oviedo en su Historia General y Natural de las Indias. En el siglo XVII se daba el nombre de gatos a los ladrones. Así aparecen mencionados en El Vergonzoso en Palacio (Acto I, escena XIII).  Quizás por su tendencia a trepar para entrar en las casas con no buenos fines, habilidad que compartían con los primates. O por la poca alzada de los monos que vieron los españoles en América. Pronto se trajeron de allí como animal curioso y exótico. Y no era raro que tales monillos formasen parte de los animales de compañía de las casas de empaque. Barrionuevo, en 1655, cita un mono que el duque de Uceda regaló al de Eliche. Era de pelaje negro como el azabache, andaba sobre sus dos pies y "Viene en hábito de soldado, vestido de grana, guarnición de plata, con botas y espuelas, tahalí y espada, y montera de lo mismo, con plumas y otro vestido de gala". Se lo presentaron al Rey y con hábito de cortesano se quitó la gorra  "como si fuera persona".

10 comentarios:

  1. Parece que nos hemos puesto de acuerdo hablando de gatos. Aunque esta entrada ha salido más "mona".
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Creo recordar algún retrato aúlico de infanta o nfante con un monillo a sus pies atado a una cuerda. Imagino que sería un artículo exótico y sofisticado, al alcance de muy pocos.
    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Debía ser un número, ver el "gato" del duque. ¿De dónde vendrá el apodo de gatos a los madrileños?.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  4. Presumiría poco el duque de Eliche con un mono tan listo.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Si no me equivoco en portugués también se les llama gatos, gatunos, no estoy muy seguro. No es extraño que a los monos los llamaran gatos debido a su agilidad.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  6. Pues sí que es verdad lo de la coincidencia. Aunque usted publicó primero su artículo.Tan estupendo, como siempre.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. Sí que aparecen los monos en las pinturas barrocas,y en las catedrales góticas. No tenían, desde el punto iconográfico o simbólico, buena fama.

    Mis saludos doña Carmen.

    ResponderEliminar
  8. Son las extravagancias propias del XVII español. ¿Quién ha dicho que la época de los Austrias fue lúgubre y triste?. Ni el más avanzado y rompedor de los dandys de finales del XIX se habría atrevido a tanto.

    Saludos don Eduardo.

    ResponderEliminar
  9. Lo que le comentaba a don Eduardo, señor de la Terraza. No Byron, que yo sepa, llegó a tanto.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  10. Así debe de ser, señor de Valverde. Y su comentario, siempre tan erudito, ilustra muy bien nuestra tertulia.

    Mis saludos.

    ResponderEliminar