lunes, 10 de septiembre de 2012

SOBRE GERARD MANLEY HOPKINS Y LAS TAREAS DEL CAMPO

Gerard Manley Hopkins (1844-1889) escribió un poema cuya lectura es especialmente apropiada para esta época del año. Me refiero a Hurras por la cosecha cuyo inicio es "Summer ends now; now barbarous in beauty". Cita el poeta las gavillas que bien pudo ver en las cercanías de Oxford y esto me recuerda una faena agrícola ya olvidada y desconocida en este mundo alejado del campo. Barcinar es cargar las gavillas, colocarlas en el carro y enviarlas a la era. Una barcina es una red de esparto para recoger la paja y transportarla. José Antonio Muñoz Rojas, conocedor de estos trabajos y, además, primer traductor de los poemas de Hopkins al español, hacia 1936, nos dice en Las cosas del campo que el tiempo adecuado para barcinar es al alba. Son términos viejos. Leo en unos papeles también viejos que en Jaén, en 1627, se pagaban 18 ducados al año "un pensador con calidad de arar y barcinar el Agosto" más "dos fanegas de pegujar costeado". Este pensador, citado en el documento, no era hombre dado a filosofías y profundas meditaciones, por otra parte no incompatibles con los grandes silencios del campo, sino que se refiere a un mozo encargado de dar pienso a las reses, entre otras labores. El velador se ocupaba de los animales de labor durante la noche. El pegujar, o pegujal, era una pequeña parcela cedida a un campesino para que la cultivase para provecho propio a modo de salario indirecto. Los pegujaleros eran muy numerosos entre el campesinado español del siglo XVIII y quitaban el sueño a ilustrados y regeneracionistas.

He consultado la traducción de los poemas de G. M. Hopkins realizada por José Julio Cabanillas y editada por Renacimiento (Sevilla, 2001)

8 comentarios:

  1. Con la crisis algunos urbanitas van a añorar poseer un "pegujal" para poder sembrar patatas y hortalizas para remediar las necesidades básicas.
    Además, ya lo dijo el poeta: "¡Qué decansada vida la del que huye del mundanal ruido...!"
    Un saludo.

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  2. Es magnífica esa labor de recuperación de léxico preterido que realiza, amigo del Retablo.
    Saludos.

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  3. Se val olvidando las palabras relacionadas con las faenas del campo como en este caso con las relacionadas con las cosechas. Un reconocimiento por traer a esta entrada situaciones del pasado, porque así recordamos y valoramos como vivían nuestros antepasados.
    Un saludo.

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  4. Es muy frecuente la existencia de huertos familiares tanto en Alemania como Inglaterra. Costumbre sana y loable sin duda.

    Saludos don Cayetano.

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  5. Muchas gracias don José Miguel. Compartimos la reverente afición por estas palabras.

    Mis saludos.

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  6. Estoy de acuerdo con usted señor de Valverde. Se encuentra uno con estas palabras como con un tesoro.

    Muchas gracias por sus palabras.

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  7. Del velador recuerdo su artículo de hace unos meses. Bien lo dice usted, y de qué manera tan personal y hermosa: Se pierden las palabras, se pierden los oficios y hasta la sabiduría de los hombres del campo parece camino de perderse.
    un saludo.

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  8. Todo lo referente al campo, aunque sea de ahora mismo, tiene rango de antiguo. Quizá la realidad de las cosas nos haga volver otra vez a las labranzas. Quién sabe. Y muchas gracias por sus palabras tan cordiales y señorialmente generosas.
    Mis saludos señor de la Terraza.

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