viernes, 1 de junio de 2012

MÁS SOBRE AFEITES


LOPE DE RUEDA EN SU entremés Medora lanza una crítica muy acerba hacia el uso de maquillajes y afeites. Menciona a una mujer que: "nunca entiende sino enxabelgarse aquel rostro, enrojarse aquellos cabellos, polirse aquellas manos, que no parece muchas veces sino disfraz de carnestolendas". Indignación inútil, queja de tipos sombríos, además de batalla perdida ,como la Historia ha demostrado. Y mejor así. Era hábito, el de mejorar la propia apariencia, que venía de tiempos remotos. Caras no expuestas a la luz solar y manos cuidadas eran signos de señorío. Aparece, además, en la obra de dicho autor un personaje que, con cierto espíritu empresarial, pide favores "para poner una tienda de azeite, carbón y solimán". Modesto negocio de curiosas mercancías.

13 comentarios:

  1. Me recuerda mucho ese poema de Quevedo (mira qué casualidad) donde define a una "vieja pintada" con el calificativo de "clavel almidonado de gargajo". Un poco fuerte, pero viene al cuento.
    Un saludo.

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  2. ¿Y que sería de nosotros sin el arreglo? Ver los antiguos afeites, los polvos de arroz de hace no tanto, o los que usan en otros lares -el kohl árabe, el original- es fascinante. El rojo veneciano de pelo debía de ser algo muy especial...

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  3. Quevedo era tremendo.Nadie escapaba a sus maldades.

    Mis saludos don Cayetano y perdone por el retraso en mi respuesta.

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  4. Pues así es doña Aurora. Es quizás otra de las diferencias que tenemos los humanos respecto a los animales:la afición a mejorar nuestro aspecto, al adorno personal.

    Mis saludos y perdone por la tardanza de la respuesta.

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  5. Y eso me alegra señor de La Terraza.

    Y perdone mi escasa premura en la respuesta.Servidumbres del poco tiempo.

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  6. Entonces sería normal darse afeites, pero ahora quizás sea excesivo, aunque a todos nos gusta ofrecer buen aspecto.
    Un saludo.

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  7. La verdad es que parece un poco lamentable que la industria cosmética mueva más dinero que la farmacéutica, pero yo reconozco que es un mundo fascinante. Conocerlo es quererlo: maquillajes, perfumes, aceites... con la complejidad de la química y la magia del alquimista. Con un poco de cuento, con mucha fantasía. Pero su buen uso es un arte, GdL, un arte mayor. Y viene, desde luego, de antiguo.
    Salu2 de su lectora.
    Que tenga usted un buen verano. Seguro que está guapo sin necesidad de afeites. Otras ya vamos necesitando arreglo;-)

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  8. Lo de pintarse la cara cual si fuese pared en vez de rostro, veo que viene de lejos y era usual en hombres y mujeres, no sólo de las féminas.
    Saludos

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  9. Es muy justa su apreciación, señor de Valverde.

    Saludos.

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  10. Y creo, doña Olga, que ese mundo es también una muestra de civilización. Ahí está el Barroco o el siglo XVIII. Estoy convencido de que Robespierre, por ejemplo, era enemigo de los maquillajes.

    Por mi parte creo, que con afeites o sin afeites, lo mío no tiene demasiado remedio.

    Mis saludos doña Olga.

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  11. Y eso no impedía que un tipo, cargado de lazos y encajes, cubierta la cabeza con peluca empolvada, defendiese un barco con un valor admirable.

    Saludos doña Carmen.

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