lunes, 13 de febrero de 2012

SERVILONES

En 1818 la Junta General del Honrado Concejo de la Mesta recibió la visita de Fernando VII y de su hermano Don Carlos. En la Gaceta de Madrid del 13 de mayo de dicho año se da cuenta del suceso y se describe como el gozo "brillaba en el semblante de los leales vasallos de la junta". Discurseó el "sumiso Presidente" de la Mesta, así se le describe en la Gaceta, ante el Soberano que escuchó la pieza oratoria con "la dulzura y afabilidad que le son características". No se equivoca el lector, se refiere el texto a Fernando VII.  Taimado como nadie, además, Don Fernando disimularía en el semblante su fastidio, añorando la más amena compañía de su camarilla. Al fin, que ya era tarde, "entre vivas y aclamaciones se ausentaron los dos augustos hermanos". Hasta más ver señores. Después, para corresponder, acudió la Junta en pleno a Palacio para devolver la visita al Monarca pues "era forzoso que se apresurasen a renovar a los pies del mejor y más envidiable Soberano sus indelebles votos de lealtad y gratitud". Mientras España en ruinas, el Imperio perdido, el garrote a toda máquina, Labrador bostezando y el Santo Oficio a lo suyo.  Pasó a continuación  la sumisa comitiva al cuarto de Don Carlos donde, con mil previsibles zalemas,  se le cumplimentó con merecidas muestras de adhesión incondicional. El despotismo tiene estas cosas. Por algo los liberales tildaban a todos estos de serviles. Ni en los tiempos de mayor esplendor y poder,cuando se decía que eran vicedioses en la Tierra, recibieron los reyes en España una coba tan escandalosa. Desconocidos se dirigían a ellos con respetuosa sequedad cuando solicitaban mercedes y presentaban memoriales, algunos les decían verdades como puños, asperezas y amargas admoniciones. Hasta les advertían de la pérdida del alma si no cumplían como buenos. Y no por eso faltaban a su fidelidad. Pero eran otros vasallos y eran otros reyes.

12 comentarios:

  1. Una época absurda de nuestra historia que nos hizo retroceder varias décadas. Tremendo era el rey felón.
    Un saludo.

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  2. Dulzura y afabilidad! El mejor y más envidiable soberano!
    Hasta suena a ironía, dadas las circunstancias.

    Feliz día

    Bisous

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  3. Desde luego, otros reyes y vasallos. No hay nada más lamentable que humillarse y bailarle el agua al poder.

    Un abrazo

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  4. Menudo rey, el rey felón, es lo menos que se puede decir de él, pero también vasallos aduladores, serviles como criados.
    Una entrada que refleja muy bien una época triste de nuestra historia.
    Un saludo.

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  5. Ya hubiésemos querido, hacia 1818, estar en la situación de 1780,por ejemplo.

    Saludos don Cayetano.

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  6. Es muy certera su apreciación, Dame Masquée, parece ironía. Sin embargo me temo que el amanuense lo decía, si no sinceramente, sí con el ánimo de alabar al déspota.

    Mis saludos.

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  7. Y además, doña Amaltea, estoy convencido de que Fernando VII no se creía nada de lo que le decían. Es una personalidad tremendamente complicada a pesar de su aparente simplicidad.

    Mis saludos.

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  8. Estoy de acuerdo con usted, señor de Valverde. Y no faltaban valientes que se oponían al despotismo. Es uno de los momentos de nuestra Historia con mayores contrastes. No es extraño que Goya pertenezca a este tiempo.

    Mis saludos.

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  9. Que se podía esperar de un rey que, a su regreso, complacido, había dejado arrastrar su carroza por jovenes admiradores en lugar de bestias. Todo muy deplorable. Un saludo.

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  10. Y además daban mueras a la Nación, pues los conceptos de nación, nacional o patriota los asociaban al jacobinismo.

    Mis saludos señor DLT.

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  11. Imagino a ese par de dos, Fernandito y su muy amado hermano don Carlos, con sonrisilla falsa atendiendo a los miembros del Consejo, pensando el primero en las manolas que visitaría en la anochecida y al segundo maquinando la forma de asaltar el trono ante una sucesión meramente femenina. ¡Qué gran pintor era Goya!
    Saludos

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  12. Lo explica usted a la perfección doña Carmen.

    Saludos.

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