lunes, 23 de enero de 2012

ENTEREZA

Corinto y Oro escribía en el diario La Voz, el 24 de septiembre de 1923, un artículo dedicado a Luis Freg. Decía el autor que el valor es una cualidad innata, íntima y espontánea que nace,vive y muere con nosotros. Hay, sin embargo, otra virtud unida al valor y que nace de la voluntad. Me refiero a la entereza. Surge ésta siempre de elección personal, de la aceptación, más que de un fogonazo de audacia. Es hermana del dolor que se padece o que se espera, aceptada desde la serenidad o en la agonía."Tuyos los ojos con que atisba / la noche negra nuestro llanto, / en ciertas horas que parecen / prolongarse más de mil años" escribía Kipling en su Himno al dolor físico. La entereza es una virtud naturalmente aristocrática y, al mismo tiempo, igual para todos pues a nadie es negada la posibilidad de ejercerla y demostrarla. Tarde o temprano siempre se presenta la ocasión. Es heroica porque es ejemplar. Los toreros, de ayer y de hoy, han dado aleccionadoras lecciones de esta forma de areté tan necesaria para conducirse con decoro por la vida. No viene mal recordar esto ante el valeroso gesto de Juan José Padilla.

La traducción del texto de Kipling es de José Manuel Benítez Ariza.

16 comentarios:

  1. Y lleva la entereza una compañera que ayuda mucho a que aquella triunfe: la resignación. Un saludo.

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  2. Y es admirable e infunde respeto porque quienes mantienen una actitud de aplomo y contención ante las adversidades, no como pose, sino como una decidida manera de sobrevolar las desgracias, demuestran una sabiduría poco común.

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  3. Es verdad, seguramente la valentía o la cobardía sean innatas, entre otras cosas porque tienen que ver con la imaginación -como la hipocondría, y hasta con el instinto de supervivencia. Las virtudes de la resistencia, que suelen hacer más falta, aunque cuesten sudores no se le niegan a nadie: la entereza, la resignación, la paciencia que es la madre de la ciencia. Todo eso que antes se llamaba temple, una palabra casi fuera de uso (salvo para los toreros y los instrumentos musicales).
    Entereza y temple fueron los que le faltaron al famoso capitan que se tiró al bote y abandonó el barco. Seguramente no era un cobarde.
    Qué bellezón de foto la que enlaza.
    Saludos cordiales, sr. del Retablo.

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  4. Como antaño cuando la mili era obligatoria, venía un apartado en la cartilla militar de cada uno donde ponía que el valor se le supone.

    Padilla no tiene que demostrar nada ya se ha visto que lo tiene a raudales y también ha demostrado su entereza en los peores momentos.

    Saludos.

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  5. La entereza se tiene de forma espontánea, la puede poseer cualquier persona y se demuestra en los momentos difíciles.
    Buena entrada y buen ejemplo.
    Un saludo.

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  6. Motivos personales me hacen admirar a Padilla como torero y, más aún, como persona. Es un valiente al que le deseo todo lo mejor.

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  7. La entereza hace que un pobre lleve su miseria con la gallardía de un aristócrata. La nobleza está en el carácter no en la sangre.
    Un saludo.

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  8. Así es señor DLT. Es, además, la resignación virtud incomprendida actualmente pues es asociada a la debilidad cuando, por el contrario, es propia de ánimos fuertes.
    Saludos.

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  9. Usted lo explica mejor que yo.
    Saludos doña Amaltea.

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  10. Yo no estoy nada seguro del carácter innato del valor. Hay valientes por naturaleza, otros lo son por sentido del deber o por sentido de la vergüenza sin olvidar a los que, sin ser valerosos, dominan el miedo y aguantan. El capitán que abandona el barco, en las circunstancias descritas, incurre en un acto deshonroso que tiene consecuencias terribles para personas inocentes.

    Saludos doña CB.

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  11. Pienso lo mismo que usted de Juan José Padilla. Reponerse de tal quebranto, enfrentarse otra vez a la muerte, eso es entereza.

    Saludos don Eduardo.

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  12. Yo creo más bien que nace de una elección. Todo esto en el fondo es un enigma.
    Saludos señor de Valverde.

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  13. Coincido con usted don Francisco. Siempre tuve una alta consideración de JJ Padilla.
    Saludos.

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  14. Por eso digo que la entereza es aristocrática y, al tiempo, universal. Por supuesto la pobreza no está reñida con la dignidad ni la riqueza o el linaje son garantías de aquélla..

    Saludos don Cayetano.

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  15. Sin duda es la entereza una gran virtud de la que pocos saben gozar. El saber estar ante los momentos difíciles, algo que los grandes, los poderosos que nos gobiernan deberían tener.

    Un regio saludo.

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