lunes, 5 de diciembre de 2011

NO TEMEN A SUS EMBESTIDAS: ESTAMPA DE LIBERALES Y ABSOLUTISTAS EN 1820




En la plaza de Santa María de Jaén, tras la salida de las tropas de Bonaparte, se colocó una placa en honor de la Constitución de 1812. En la mañana del seis de mayo de 1814 apareció ultrajada, cubierta de inmundicias y rodeada de papeles con proclamas absolutistas y, cabe pensar, insultos contra los liberales y la Constitución. Pero nada es para siempre, o casi nada, y seis años después cambiaron las cosas, tras lo de Riego, y los liberales decidieron poner otra placa. Para darle realce al acto se organizó una cabalgata o procesión cívica compuesta por distintos cuadros, de distinta naturaleza, alusivos al nuevo régimen constitucional. Formaba parte de la celebración un paso en el que aparecía un torero, acompañado por sus correspondientes chulos, junto a unos toros. Todos eran, naturalmente, de pega, cosa de disfraces y mojiganga. El que iba de matador llevaba en su capote la siguiente inscripción apologética:

                                   Los circos de los romanos
                                   y sus fuertes gladiadores
                                   no eran en verdad mejores
                                   que nuestros toros hispanos.
                                   Vienen de pueblos lejanos
                                   por verlos y los toreros
                                   como intrépidos iberos
                                   con desprecio de la vida
                                   no temen a sus embestidas
                                   aunque sean los más fieros.

El aire goyesco y grotesco, solanesco antes de Solana, lo aportaron unos individuos que iban disfrazados de viejas. Unas aparecían embarazadas y corcovadas, otras llevaban mantones que les cubrían la cara, grandes abanicos y rosarios de gran tamaño, seguidas de criados ataviados al estilo del Antiguo Régimen, con casaca y peluca.  Representaban, como se puede deducir, a los absolutistas, a los partidarios del Rey Neto, como les gustaba llamar a Fernando VII. Era una caricaturización del adversario, una evidente muestra de propaganda para influir en la opinión pública. No fue, por supuesto, un medio utilizado, en aquellos años, sólo por los liberales.
Mientras, los realistas, no los disfrazados sino los de verdad, ocultos en las habitaciones más escondidas de sus casas, soñaban con la hora del desquite. Tres años, si se piensa bien, pasan pronto.

Los datos sobre la destrucción de la placa de Constitución y la cabalgata en I. Lara Martín-Portugués en Jaén (1820-1823). La lucha por la libertad, Jaén 1996.


12 comentarios:

  1. Estabamos entrando de lleno en el nacimiento de las dos Españas y no se supo buscar otro camino más que el del enfrentamiento.

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  2. En efecto, tres años pasan pronto. Tras colgar a Riego en la Plaza de la Cebada, íbamos a tener absolutismo durante otra década más. Así nos lució el pelo.
    Un saludo.

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  3. La verdad es que leyendo entradas de esa época no puedo por más que cabrearme viendo cómo este país caía en el más ominoso reinado de su historia. Recomiendo leer al gran Galdós, en su novela La Fontana de Oro, en el capítulo XLI, titulado con sorna "Fernando el Deseado", una de las más acertadas descripciones de ese regio infrahombre. Digo con sorna porque don Benito, en su genialidad, no cae en el mero desprecio simplista de ese fulastre, sino que sabe criticar también al pueblo español, y cómo aplaudía en 1814 a este felón malvado y cómo en 1820 se cambiaba de camisa y cómo en tres años volvía a escupir a los liberales. La anécdota jienense que cuentas fue simila en casi todos los rincones de este país. También recomiendo leer la segunda serie de los Episodios Nacionales, pues su sagacidad es impresionante a la hora de describir tan trágico reinado.
    Saludos.

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  4. Dudo que exista rey, aquí o en cualquier punto del orbe que haya tenido tantos apodos. Sólo uno bueno, de cuando estaba fuera, y muchos malos, cuando el pueblo lo conocieron de cerca. Un saludo.

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  5. Es evidente que aquí surgieron dos Españas. Es increíble, además, la energía que eran capaces de demostrar los españoles de aquella época, tras seis años de guerra contra Napoleón.

    Saludos cordiales don Eduardo.

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  6. Diez años de despotismo y no precisamente ilustrado, don Cayetano.

    Saludos.

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  7. La Fontana de Oro es de lectura imprescindible. Y para Fernando VII es asimismo aconsejable "La segunda casaca", "Los apostólicos", "Un voluntario realista", etc. Cada día admiro más a Galdós. Coincidimos en esta predilección por su obra.

    Saludos don Juan.

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  8. Era un malvado este Fernando VII. E ingenuos, en el fondo, los liberales al no mandarlo a Francia con sus primos de donde no debió salir.

    Saludos señor DLT.

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  9. He leído, por cuestiones profesionales, algo de este siglo y me duele ver como España se dividía en dos bandos y así se llegó al siglo XX con todo lo que ello supuso.
    Un saludo.

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  10. El dolor de España es también muy del siglo XIX...y del XXI.

    Mis saludos señor de Valverde.

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  11. Una Solanada antes que Solana. ¡Me encanta esa expresión! Me imagino la escena: uan mezcla entre akelarre y charlotada, muy española. Y luego se quejan los mayores en el carnaval de los chavales vestidos de mujer...
    Saludos

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  12. Es como un aguafuerte. Tiene usted razón.

    Saludos doña Carmen.

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