miércoles, 30 de noviembre de 2011

RAYOS Y CENTELLAS EN 1651

El 13 de marzo de 1651 en Sevilla, cuenta un testigo, "empeçó a tronar y a relampaguear" bien recio y con grandísimos aguaceros" y "al fin caió un rayo o centella que se dixo entró por una ventana de la mas baxa de la torre de la santa iglesia maior, y que fue hazia arriba por las mismas bueltas de la torre". No acabó aquí el portento pues, vale la pena la descripición, "al campanero menor que estaba tocando a rogatiua lo mató dexándole un ojo medio saltado y el lado del carrillo como tostado y acardenalado". Otra centella entró en el convento de Capuchinos, extramuros, cerca de la Puerta de Córdoba que, con espanto general, "derribó la campana, y andubo escarmuzeando" por el coro y un desván hasta acertar, con impía y funesta  precisión, en un cuadro que había en el altar mayor.  En Salteras cayó otra centella que derribó una torre y otra más, sobre una casa, en Carmona. Fueron rayos y centellas de probado peligro pues daban vueltas y revueltas, como furiosas sierpes indomables, demostraban poco respeto por lo sagrado y escaramuceando, como caballeros a la gineta en juego de cañas, fulminaban a campaneros menores.

(Los datos de la tormenta en Memorias de Sevilla , edición de Francisco Morales Padrón, Córdoba 1981)

17 comentarios:

  1. Vaya con las centellas. Parecen cosa del diablo, con ese juego macabro en lugares sagrados.
    Por si acaso, para que no entren ni salgan con facilidad conviene tener las ventanas bien cerradas.
    No pase como con mi última entrada que anda desaparecida y no entra ni aparece actualizada en los blogs que me siguen.
    Un saludo.

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  2. Pues si que cayó, Zeus debería estar supercabreado, para caer tantas torres, incluida la de ronda de capuchinos. Saludos cordiales de tarde en tarde.

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  3. Espero que haya usted reparado los que menciona don Cayetano.

    Mis saludos.

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  4. Caray, qué miedo. Espero que las centellas saltarinas no tengan el capricho de regresar.

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  5. Pues así lo consideraban seor Hidalgo. Por eso hacían rogativas, aunque no a Zeus claro.

    Mis saludos.

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  6. Así de puñetera es la madre naturaleza, que más que madre, a veces parece madrastra. Lo estamos viendo hoy en el terremoto de Lorca o en las explosiones del Hierro.
    Saludos y buena entrada que nos ilustra de cosas que no suelen salir en oos libros de historia.

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  7. Fenómeno curioso el de las centellas, mejor no pillarla cerca.

    Saludos.

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  8. He quedado anonadado, parece que en vez de caer rayos y centellas serpenteaban.
    Un saludo.

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  9. Imagine usted a aquellos tipos del siglo XVII, saltando tanto como las centellas y esquivando chispazos de espanto.

    Saludos doña Amaltea.

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  10. Muchas gracias don Juan. Sus comentarios son también muy bien recibidos por su ingenio. Y tiene usted razón sobre su apreciación de la naturaleza. No siempre es como les gustaría a los roussonianos de medio pelo.

    Mis saludos.

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  11. Imagine usted el panorama, don Eduardo.

    Mis saludos.

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  12. Parecía, señor de Valverde, unos fenómenos de aviesa intención. Los que vivieran el trago debieron quedar anonadados una temporada.

    Saludos.

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  13. Seguro que pensaron que había llegado el mismísimo Día del Juicio.
    Saludos

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  14. Al leer su artículo de hoy y el comentario de don Cayetano sobre la ventana cerrada me ha venido a la memoria el refrán aquel que dice "Líbreme Dios de hombre mal barbado y de aire huracanado", que esos aires llevan los rayos lo meten por la ventana de una casa y a saber si salen por otra o se quedan haciendo dentro lo que usted tan bien nos ha contado. Un saludo cordial.

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  15. ¡Qué bien traído este refrán DLT!.

    Muchas gracias y mis saludos.

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  16. Imaginarse al rayo trazando esa trayectoria no lo supera ni la mejor película de Hollywood, :D
    ¿Qué visión tendrían de estos fenómenos sobrenaturales para describirlos de este modo?

    Un saludo!

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