martes, 12 de julio de 2011

EL CARLEAR DE LOS PERROS

Escribe Baltasar Gracían en El comulgatorio: "Apetece carleando como el sediento caminante, la fuente de aguas vivas". Explica Covarrubias: "Díxose carlanca de cierto sonido que haze el perro en la garganta cuando está cansado y falto de aliento, sacada la lengua y jadeando; y esto se llama carlear". La carlanca es también un collar ancho, de cuero recio o de hierro, con pinchos por fuera, que se ponía a los perros para protegerlos de las mordeduras de lobos. Entre jayanes y jaques carlanca es el cuello de la camisa. Es, en este caso, palabra desgarrada y acanallada. Tener carlancas es lo mismo que ser astuto y difícil de engañar. Pero volvamos al carlear de los perros. Los de las largas centinelas en las majadas, los que corrían liebres y los que estaban en las rastrojeras encendidas de los mediodías del estío. Da igual que fueran galgos o podencos, de hidalgos o de labradores, de posaderos o de priores cazadores. Carleaban a escote los perros de las calles, hediondas en los veranos, maestros en hambres y en esquivar palos y pedradas.
Atento, pues, lector, si tienes perro. Cuando esté derrengado y sin aliento quizás te venga a la memoria este verbo antiguo, carlear, que parece sacado de romance de frontera. Y lo verás como sombra de otro tiempo.

19 comentarios:

  1. Hermosa palabra la de carlear, totalmente desconocida para mí. Y eso de tener carlancas suena muy descriptivo.

    Buenas noches

    Bisous

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  2. Sabía que es la carlanca e incluso la he visto en algunos mastines de rebaño pero no conocía el verbo carlear, perdido ya en el tiempo.

    Saludos cordiales.

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  3. Hermosa palabra ya perdida. Desgraciadamente, hoy en día, la gente no utiliza el rico vocabulario español, y si se te ocurre hablar con sinónimos parar enriquecer la conversación, te miran con cara de estulticia...
    Saludos, Sr. del Retablo.

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  4. También lo era para mí, Dame Masquée. Estas palabras sólo se pueden encontrar en los clásicos y en los archivos, aparte de los diccionarios. Aquí el lector se convierte, en cierta medida, en buscador de tesoros.

    Reciba mis saludos y mi agradecimiento por su comentario.

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  5. Es lo que le comentaba la Dame Masquée. De la carlanca sí tenía también noticia.

    Saludos don Eduardo. Y gracias.

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  6. Bien puede servir esta nueva forma de comunicación (los blogs, por ejemplo) para no olvidarlas del todo, don Lorenzo. Como hace usted con sus fotografías y otras cosas antiguas.

    Reciba mis saludos y mi agradecimiento.

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  7. Hermosa y útil entrada para los amantes de los perros. Lo que no se nombra casi que no existe.
    Saludos.

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  8. Habla usted de clásicos y hace bien, porque lleva usted, su blog, camino de convertirse en uno de ellos en este mundo de los blogs. Y tómese esto, amigo del Retablo, no como una referencia a lo antiguo, de lo que usted habla tanto y tan bien, sino por la habitual calidad de sus artículos. Reciba un cordial saludo.

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  9. ¿Qué paso de mi comentario...? Misterios de internet. No lo había oído en mi vida, ya sé cómo llamar a algo. Ahora duerme, que no carlea (estamos teniendo un otoño muy bueno por aquí...)

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  10. ¡Fantástica palabra! Una lástima que, poco a poco, vayamos perdiendo nuestro rico vocabulario. Menos mal que siempre hay alguién que intenta recordarnos la riqueza de nuestra lengua.

    Un saludo!

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  11. ¡Qué razón tiene usted don José Miguel!. Y el verbo le va estupendamente al perro que se imagina uno, estragado y recobrando el aliento.

    Saludos y muchas gracias por su comentario.

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  12. Lo único que puedo decirle, ante tanta generosidad, señor de la Terraza es esto: gracias.

    Y usted sí que tiene un blog de categoría que no éste, mi cuaderno, desmañado y torpe.

    Saludos.

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  13. No he recibido el comentario, doña Aurora. Sepa que no tengo aquí buena cobertura pues estoy aquí, en el campo, debajo de un monte.

    Y ya sabía yo que esta palabra, carlear, habría de gustarle a usted. Por cierto, he comenzado, felizmente, con la obra poética de Muñoz Rojas.

    Cuántas cosas he aprendido con su blog, el de usted, sobre el campo, colores y autores.

    Saludos y aquí parece finales de agosto aunque hoy aprieta un poco más el calor.

    Saludos y muchas gracias.

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  14. Las palabras olvidadas son tan importantes como los documentos y los libros para recobrar algo del pasado.

    Muchas gracias y saludos señor de Aparicio.

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  15. Y yo que pensaba que "carlear" era conversar con mi amigo Carlos. Jejeje.
    Un saludo.

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  16. Desconocía el significado real y poético de esta hermosa palabra. Muy interesante.

    Un regio saludol

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  17. También puede ser, don Cayetano.

    Saludos y gracias.

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  18. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  19. En la Corte de Carolus II, tengo yo por cierto, que el montero mayor debía de conocer el significado.

    Gracias y saludos.

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