domingo, 1 de mayo de 2011

ESPRONCEDA EL DUELISTA

Políticos, militares y periodistas se batían en duelo con gran frecuencia. Fue una práctica muy extendida hasta la II República. Un ejemplo a recordar es el ocurrido en 1837 cuando el periodista moderado Andrés Borrego fue retado por el entonces político progresista Luis González Bravo. Borrego contó como padrinos con el coronel de Caballería Bienvenga y con el marqués de Viluma. Éste, por diversos achaques, cedió el padrinazgo a su hermano el conde de Cheste, asimismo coronel del Arma de Caballería. Representaban a González Bravo el conde de las Navas y José de Espronceda, ambos muy puntillosos e impetuosos. Por ser padrinos de la parte ofendida impusieron las condiciones del duelo, aceptadas con disgusto por los de Borrego. Sería a pistola y los duelistas avanzarían y dispararían hasta que uno de los dos quedase fuera de combate. Según un prontuario para duelos, de 1873, la modalidad elegida era la del "duelo marchando", especialmente peligrosa y, por tanto, adecuada para vengar ofensas muy graves.

Llegó el día y, una vez en el terreno, se descubrió que una de las pistolas no estaba en condiciones. Se tuvo que suspender el duelo. Luis González Bravo dijo, sospecho que con demasiada prisa, que por su parte ya estaba satisfecho y que se iba. Los padrinos de Borrego redactaron la correspondiente acta, cuyos terminos fueron considerados ofensivos por Espronceda que retó al conde de Cheste. En este nuevo duelo actuó como testigo único el general Ros de Olano y fue a sable ante las tapias del cementerio de San Martín. Cheste hirió en el pulgar derecho a Espronceda, esperando que el duelo concluyese con tal herida, pero éste, enfurecido, acometió a su oponente con furia. Vistas las cosas, Cheste le "descargó una tremenda cuchillada que dio con él en tierra rompiéndole la clavícula". Y aquí acabó el lance.

El conde de Cheste lamentó el suceso y partió, poco tiempo después, al sitio de Morella para combatir a los carlistas. Nunca perdió su afecto, fraternal según el marqués de Cabriñana, hacia Espronceda, su antiguo compañero en aquella "Partida del Trueno", romántica y apasionadamente liberal. Espronceda moriría en Madrid en 1842 cuando Cheste estaba en el exilio.

El suceso está tomado de la obra del marqués de Rozalejo, Cheste o todo un siglo (Madrid 1935), que a su vez refiere el suceso a partir de lo narrado por el marqués de Cabriñana en su obra Lances entre caballeros. El manual para estos lances que he consultado es: Carthago, El duelo ó desafio y sus reglas, Sucesores de Rivadeneyra, Madrid 1873.

22 comentarios:

  1. Ocurre con algunos escritores románticos como Espronceda, Bécquer o Larra -véase la presente muestra-, que sus vida son tan movidas y apasionantes como sus obra. La vida peligrosa y aventurera del pirata de la famosa canción no tiene parangón con la vida azarosa y complicada de su célebre autor.
    Un saludo.

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  2. Y eran además unos personajes fogosos y nada tranquilos. En el caso que describo el militar, Cheste, es más sereno y sensato que el poeta.

    Gracias por su comentario y saludos.

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  3. Un romántico demasiado impetuoso el bueno de Espronceda, eran otros tiempos en los que el honor aún significaba algo, hoy a la gente ya no le queda ni eso, y venden lo poco que les queda de honor por unos cuantos €.

    Saludos.

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  4. La inmensa mayoría no puede entender el universo mental de un Cheste o un Espronceda. Hablaban y actuaban con unos criterios y unos valores que ya, prácticamente, están extinguidos. Además no se les puede negar una personalidad sugestiva y, por supuesto, carácter.

    Saludos y gracias Carolus II.

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  5. Todo un carácter romántico el de Espronceda, que no contento con el duelo de su amigo González Bravo, reta al conde de Cheste a otro duelo, del que sale mal parado; ah, los duelos a sable siempre son mucho más caballerosos que a pistola. Un cordial saludo.

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  6. Estos ideales del Romanticismo... ¡qué etapa más interesante de la Historia de España!
    Otro político, que también era muy dado a esto de los duelos, era Mendizábal. Y bueno, de los poetas que dedicaban su vida y obra a estos ideales ya ni hablo. Pero resulta curioso que los políticos también fueran dados a ello: por las mañanas regían los destinos del país, y por las tardes se retaban en duelo...,:D

    Una interesante anécdota.

    Un saludo!

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  7. Curioso que Luis Gonzalez que era el ofendido, a las primeras de cambio dijera que por el, ya estaba bien. Muy enfadado no debias estar.
    Saludos!

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  8. Pues debía estar bien arrenpentido González Bravo que, para ser el retador, rapidamente se dio por satisfecho al suspender el duelo por avería de una de las armas. Ni por un momento supongo que imaginaría que las consecuencias de su marcha darían lugar a lo sucedido después entre los padrinos.
    Un saludo cordial.

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  9. Quizás se podría pensar en duelos blogueros a primer comentario.
    Saludos.

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  10. Menos mal que le partió la clavícula y lo dejaría baldado, si no este Espronceda, con lo caliente que iba, se hubiese lanzado a por otra cuchillada.

    Salud.

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  11. Y eran considerados menos peligrosos. Quizás de aquí proceda el malestar de Cheste y Bienvenga cuando les comunicaron las condiciones de González Bravo, quizás consideradas desproporcionadas para el caso.

    Saludos, señor Hidalgo y muchas gracias por sus comentarios en este blog.

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  12. Y así fue hasta hace mucho menos de cien años, señor Aparicio. La España del XIX es una permanente sorpresa en todos los aspectos.

    Muchas gracias por su comentario y reciba mis saludos.

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  13. Es evidente que Luis González Bravo comenzó a reconsiderar las cosas y, a medida que iba hacia el terreno, pensó que tampoco era para tanto. No es aventurado pensar que esa noche durmió muy mal. Muchos personajes que aparecen en las fotografías de su estupendo blog comprenderían muy bien estas peripecias.

    Saludos don Lorenzo y gracias.

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  14. Y además es que Cheste se vio envuelto en un atolladero entre su hermano, Viluma, que le puso en un compromiso, y su amigo Espronceda. Y, dada su condición de militar y caballero, en pleno XIX, no podá zafarse del asunto.

    Saludos y muchas gracias por su comentario señor Desdelaterraza.

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  15. Eso sería tremendo, don José Miguel. Que no falte en estos pagos la buena armonía.

    Saludos y reciba mi agradecimiento.

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  16. No parece un romántico lánguido Espronceda, precisamente. Ni muy dedicado a cantar la palidez de las rosas marchitas y asuntos de este cariz.

    Reciba mis saludos don Eduardo. Y gracias.

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  17. Monsieur, hoy me ha acertado usted con uno de mis temas favoritos. Me apasionan los viejos duelos, aunque debo decir que mis favoritos son aquellos en los que los caballeros se batían a florete.

    En cualquier caso, apasionante vida la de Espronceda, una novela en sí misma.

    Feliz dia

    Bisous

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  18. Además, señora, recuerdo haber leído unos textos excelentes, escritos por usted en su blog.

    Muchas gracias y reciba mis saludos.

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  19. Resulta tan extraño en los días actuales oir hablar de un "prontuario para duelos" para saber cómo comportarse a la hora de batirse en duelo. Sin embargo no hace tantos años existían los manuales de "Comportamiento cívico o buenas maneras". No digo yo que deberían seguir existiendo esos prontuarios, pero algún que otro manual de comportamiento si debería ser de obligada lectura, que muchos parece que se han criado en alguna cuadra :-)

    Un saludo y gracias por su entrada :-))

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  20. Nunca es un disparate que la gente adquiera buenos modales. Y si es por medio de un libro no pasa nada. Para eso están, para aprender.

    Saludos y gracias por su comentario.

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  21. Este Cheste, ¿es el traductor de Dante?

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  22. Así es. Fue, además, un personaje caballeroso y templadamente reaccionario.
    Saludos, don Enrique.

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